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Acuerdo para que los últimos residentes de la ICASS de Reus abandonen el edificio

Los ocho usuarios serán trasladados este miércoles a Horts de Miró y a la Mercè de Tarragona. Este lunes, familiares y Generalitat han firmado el acuerdo

08 julio 2024 12:43 | Actualizado a 08 julio 2024 13:01
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Punto y final a la resistencia de usuarios y familiares para abandonar la residencia ICASS de Reus, en el Passeig Mata. Este lunes, 8 de julio, familias y el Departament de Drets Socials de la Generalitat han firmado el acuerdo definitivo para el traslado, esta misma semana, de los ocho residentes que todavía están en el edificio para que, posteriormente, empiece la rehabilitación. Cabe recordar que el edificio tiene problemas estructurales, de legionela e incumple con la normativa de incendios, según Generalitat. Seis usuarios serán trasladados a la residencia Horts de Miró de Reus y dos, a la Mercè de Tarragona. Un traslado que se prevé para este miércoles y sería gradual.

Lee aquí el ACUERDO COMPLETO

«Se han respetado en todo momento las preferencias de los residentes», ha explicado la directora general de la Direcció General de Provisió de Serveis del Departament de Drets Socials, Maria Rosa Pons, justo después de firmar el acuerdo. De hecho, el Departament había reservado ocho plazas, tanto en la Mercè como en Horts de Miró precisamente por si los ocho usuarios querían desplazarse a la misma residencia.

El documento, al que ha tenido acceso el Diari, expone el compromiso de «mantener el servicio residencial, centro de día y casal para la gente mayor de gestión pública directa una vez finalizadas las obras de rehabilitación del actual edificio». También se acuerda el «traslado temporal de las personas residentes hasta que abra de nuevo el servicio de la residencia», y se detalla que, cuando la rehabilitación termine (en unos cuatro años), los actuales residentes «tendrán preferencia de regreso».

Después de más de medio año de resistencia, Tarso Ros, representante del colectivo de familias, ha explicado que si ahora han aceptado irse de la residencia es «porque ahora sí que lo tenemos todo por escrito». Y es que una de sus grandes preocupaciones era que el desalojo del edificio por su rehabilitación acabase siendo un cierre definitivo o una privatización de plazas públicas. Familias y empleados reclamaban que las obras se llevaran a cabo con ellos dentro, pero Generalitat siempre ha defendido que la actividad residencial era incompatible con las obras.

Después de tanta lucha, «creemos que lo mejor es dar por finalizado este esfuerzo», relata Ros. Aunque los familiares también señalan que, al final, se han visto forzados, «con cada vez menos personal», explica Raquel, hija de una residente. Y es que «ya no tenemos fisioterapeuta y nos dijeron que de cáterin solo hay hasta el día 10. ¿Cómo nos teníamos que quedar?».

El conseller de Drets Socials, Carles Campuzano, también ha dejado por escrito, a través de una carta dirigida a los familiares, la voluntad de reapertura del edificio después de la rehabilitación. En el texto expone la importancia de su clausura temporal por «el riesgo derivado de las deficiencias estructurales» del edificio, lo que «obliga al traslado temporal de residentes y trabajadores». Remarca que el Departament «trabaja activamente desde hace meses por garantizar la continuidad del servicio en la actual ubicación –previa rehabilitación-, que mantendrá la titularidad de la Generalitat y el mismo régimen de gestión pública directa».

La directora general de la Direcció General de Provisió de Serveis del Departament de Drets Socials, Maria Rosa Pons, ha explicado que el siguiente paso será sacar a licitación la redacción del proyecto de rehabilitación para, después, sacar adelante las obras. Un proceso «largo», por lo que se calculan unos cuatro años. En paralelo, ahora, una vez quede el edificio vacío de residentes, se hará un inventario de todo el material que hay en la residencia, con la previsión que algunos materiales sean reaprovechados en otros equipamientos para que no queden obsoletos.

Por su lado, los familiares han creado una nueva plataforma con el fin de hacer seguimiento de todo el proceso y asegurarse que todos los acuerdos se cumplen. Se trata de SOS Residència Gent Gran de Reus, Plataforma per una Reobertura 100% Pública «y si conviene, tomaremos medidas necesarias para que los acuerdos alcanzados no caigan en el olvido o no se lleven a cabo con los términos establecidos», ha subrayado Tarso Ros.

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