No todos los días se tiene la oportunidad de pisar y conocer un espacio con tanta historia como el Teatre Fortuny de Reus. Los alumnos de quinto de primaria de la Escola Misericòrdia disfrutaron de esa ocasión especial a lo largo de todo este curso. Lo hicieron a través del proyecto Vincles, que ha buscado generar una complicidad y naturalidad dentro de los equipamientos públicos para los estudiantes de ocho centros educativos.
La de ayer fue una jornada de emociones. Niños y niñas afrontaban con una mezcla de tristeza, ilusión y algo de nervios el final de esta aventura para ellos. El cierre de Vincles empezó con una visita guiada, en la que los pequeños no dudaron en mostrar a sus familiares todas las interioridades y secretos del Teatre Fortuny. Desde los camerinos, pasado por el palco principal, hasta el escenario. No se dejaron detalle de un lugar que ya conocen muy bien.
La mañana prosiguió con la presentación del proyecto. En el escenario principal, dos representantes explicaron la razón de ser de las visitas: talleres donde mejoraron su expresión corporal, entrevistas a personalidades como Marc Jubete o Joan Masdéu o la aproximación a los roles dentro del teatro, como el de los acomodadores. Las matemáticas también tuvieron su momento en la formación. Se aplicaron midiendo zonas del edificio o en un sistema monetario ficticio para ver cómo funcionan las taquillas.
El punto álgido llegó con una obra de teatro. Ideada, preparada y ejecutada por los alumnos, esta narró un robo de joyas con un final muy inesperado. Los alumnos de la Escola Misericòrdia también se encargaron de trasladar y preparar los decorados y otros objetos móviles durante la representación. El resultado fue un sonoro aplauso de un público rendido a su talento interpretativo.
Una vez superados los nervios, una de las protagonistas habló de lo que ha supuesto este proyecto para los escolares. «Me ha parecido una experiencia única en la vida. Me encantaría repetirlo un año más, pero sé que los alumnos de cuarto se lo pasarán en grande» explicó Martina Nadal. La tutora de su clase, Paula Navarro, comentó que la iniciativa «empezó el curso pasado» y «el objetivo es que los alumnos sientan como suyos espacios de Reus». Durante el año, una vez al mes, los niños y niñas salieron a realizar distintas actividades. Navarro comentó que esta oportunidad les permitió «poner en práctica algunos de los conocimientos que enseñamos en el aula».
El proyecto se ha desarrollado en una doble dirección. Y es que también los trabajadores del Fortuny participaron en él de manera activa. Dolors Masip, del Consorci del Teatre Fortuny, destacó que la «la relación ha sido excelente. Han sido muy agradecidos y participativos. De hecho, han venido los participantes del año anterior y nos hemos saludado con abrazos». Y concluyó apuntando que «los vínculos empiezan ahora, cuando vemos que quieren seguir viniendo. Los vínculos somos nosotros». El concejal de Cultura en funciones, Daniel Recasens, destacó «la relación entre los centros escolares y los culturales».