Aunque el director del CatSalut, Adirà Comella, dejó entrever que la Generalitat se haría cargo de los números rojos del Hospital Sant Joan de los ejercicios 2017 y 2018, según ha podido saber el Diari, la fórmula para remover la causa de disolución que pesa sobre el centro reusense son las reservas del Hospital Comarcal de Móra d’Ebre.
Fuentes oficiales han confirmado que el próximo viernes, 14 de diciembre, la sociedad que gestiona el equipamiento de la Ribera d’Ebre, GECOHSA, aprobará la absorción de los 3,5 millones de euros de beneficios obtenidos a lo largo de los últimos años. Una medida aprobada ya por el pleno y que ya fue usada en 2016 para paliar el déficit económico del Sant Joan del 2015.
Será con este dinero con el que, antes de finalizar el año, el Hospital Sant Joan podrá remover la causa de disolución que pesa sobre la sociedad, y que ha mantenido en vilo a los trabajadores y usuarios hasta ahora.
Una causa de disolución que debía ser removida con la venta de la sociedad GECOSHSA al Departament de Salut, pero que, ante los últimos acontecimientos y la retirada del consorcio como panacea de todos los males, ha quedado en nada. De hecho, las mismas fuentes explican al Diari que a nivel contable no es posible comprar una sociedad con los recursos acumulados, lo que abarataba el coste de GECOHSA por debajo de lo requerido.
Sí que es cierto que la Generalitat, a través del CatSalut, dará la cobertura necesaria a través de una subvención por explotación ante el déficit que se prevé para este 2018. Un déficit que, aunque a nivel de previsiones se intuye que podría ascender hasta los 6,5 millones de euros, ayer Comella rebajó a poco más de 2.
La reacción de Móra
Precisamente porque la decisión pudiese ser ofensiva para el Hospital Comarcal de Móra d’Ebre, ayer mismo, justo después de hacer el anuncio en Reus, el director del CatSalut se trasladó a la capital de la Ribera d’Ebre para hablar con su alcalde, Joan Piñol.
Piñol, que durante los últimos años ha tildado de «expolio» el hecho que Reus se apropiase de las reservas del Hospital Comarcal, había conseguido que la presidenta del Hospital Sant Joan, Noemí Llauradó, asegurase en reiteradas ocasiones que el dinero de Móra «no se tocaría una segunda vez». Una opción que, ante los escenarios futuros, no tiene sentido, pues las reservas pertenecen, al fin y al cabo, Hospital Sant Joan, la empresa madre de GECOHSA.
El alcalde de Móra, en declaraciones al Diari, asegura que trasladó a Comella la inquietud sobre el futuro del hospital: «queremos saber, a principios de 2019, cómo será la gestión del centro».
Al preguntarle por la absorción de las reservas, asegura que «lo único que me importa es que se hagan las inversiones necesarias». Unas inversiones que ascienden a 3,2 millones de euros y que deberían servir para paliar algunas deficiencias importantes en cuestiones como la radiología. El compromiso de Comella fue iniciar las inversiones a lo largo de 2019.
Ante la hipotética, y ya descartada, constitución de un consorcio hospitalario que se hiciese cargo del Sant Joan, la opción de vender la sociedad GECOHSA al CatSalut con las reserves incorporadas contentaba a todo el mundo.
El Ayuntamiento de Reus podía solventar los problemas financieros del hospital de la ciudad sin entrar en conflicto político con Móra -ambas localidades están gobernadas por el PDeCAT-. Además, la Generalitat conseguía evitarse la constitución de una sociedad que gestionase el Hospital Comarcal. Y el propio centro, a través del CatSalut, podía hacer uso de las reservas para invertir en las mejoras necesarias. Una teoría que ha sido superada por la realidad.