Hace cuatro años, al salir de una crisis que le mantuvo hospitalizado, Carod-Rovira publicó un artículo: «Salut i República». Esta misma expresión es la que utilizó Antonio Baños como última frase de su carta de renuncia al acta de diputado. Carod contaba que en los años treinta, en círculos politizados, a uno que estornudaba se le decía «Salut!» y él respondía «i República!». A finales de los cuarenta, que es de lo que puedo dar fe, solo quedaba el deseo de salud.
Las negociaciones de tres meses para formar Govern entre «Junts pel Sí» y la CUP lograron una declaración del deseo de una República, pero afectaron a la salud del «procés».
Artur Mas llegó a decir que en un mes tendría listas las leyes fundamentales de desconexión. Quería aprovechar que en España aún no habría gobierno. Pero esta oportunidad no la tendrá. Tampoco él goza de buena salud. El virus CUP le ha afectado.