Que el 2020 ha sido un año para olvidar, es una evidencia. Empezamos en Cambrils con dos temporales dignos de película y luego llegó la pandemia, ¡maldita pandemia! Se empezaban a urdir las delicias de un guión de Stephen King. Desconocimiento, improvisación, incertidumbre y miedo a la muerte fueron las sensaciones más comunes. La palabra ERTE se imponía y los bares cerraban sus puertas; ¿quién se atreve a decir ahora que no realizan un servicio público?
Ante un escenario así, lo lógico habría sido que las fuerzas políticas con representación en la casa de cristal arrimaran el hombro y aunaran esfuerzos en combatir el desastre que se podía vislumbrar. Por lo menos a mí, como vecino de Cambrils es lo que me hubiese gustado (¡dejen de pelearse y pónganse a trabajar!) y más teniendo en cuenta que el ayuntamiento es la administración más próxima al ciudadano. Pues bien, con esa premisa, los cuatro regidores de Ciutadans Cambrils nos pusimos manos a la obra y al servicio del gobierno municipal. Aparcando las diferencias, pisamos el acelerador, porque la situación lo requería, por responsabilidad y porque somos el primer partido de la oposición y primer partido de Catalunya. Mantuvimos reuniones constantes con los sectores económicos y sociales más afectados por la irrupción del Covid-19 para poner encima de la mesa soluciones que viniesen de la sociedad civil para la realidad que estábamos viviendo.
Las decenas de propuestas presentadas iban en la línea de bajar la presión fiscal a los ciudadanos, por el momento (ahora sí) de excepcionalidad que estábamos viviendo, pero lamentablemente no era prioritario para los tres partidos que «gobiernan» en Cambrils (ERC+JxC+NMC). Aun así, jamás perdimos la esperanza. Aunque nos rechazaran todas las propuestas para las ordenanzas fiscales, todavía nos quedaban los presupuestos para el ejercicio 2021. Días y horas de trabajo se acumularon en los portátiles y tablets de los regidores naranjas, centenares de modificaciones en partidas económicas del presupuesto. El objetivo era claro: dar prioridad a los sectores sociales más afectados y desahogar a las empresas para frenar la destrucción de empleo, en detrimento de partidas superfluas y que, además, por la situación, no se iban a poder ejecutar. «Tampoco era momento» según el tripartito, mientras miraban atónitos y gratamente sorprendidos por la documentación que les facilitamos (sí, nosotros, los naranjitos).
Entonces me vienen tres reflexiones simples a la mente. La primera, ¿qué tiene que pasar para que los políticos nos pongamos de acuerdo? La segunda: algunos simplemente no quieren llegar a acuerdos con nadie porque la ideología y el ego están por encima de la situación y las necesidades de la población. Y la tercera, y tal y como menciono en el título, es que ha sido una oportunidad perdida. Las primeras semanas del 2021 no nos han traído cambios: seguimos luchando contra la pandemia y sus efectos devastadores. Desde Cs Cambrils seguiremos aportando propuestas para ayudar a familias y empresas.
Juan Carlos Romera Gil: Economista y portavoz de Ciutadans Cambrils.