Quien siga mis escritos sabe que no soy precisamente un independentista feroz. Quizá por ello no vea interesada la crítica al gobierno de España por carecer de respuesta a la demanda política de media Catalunya.
La primera advertencia la dio Montilla cuando el 10 de mayo de 2008 advirtió del probable ‘desafecto de Catalunya’ si no se corregía la injusta financiación. Desde entonces hasta hoy los independentistas han ganado el discurso. No ha habido reacción política, solo el recurso a los tribunales, que puede ser necesario, pero no suficiente.
¿Qué voces se han oído en contra, con algún razonamiento? Solo recuerdo a García Margallo en debate con Junqueras, y a los datos aportados por Josep Borrell (desde la oposición) en torno a la balanza fiscal, aun reconociéndola desfavorable.
Hay una forma de suspender un examen: no presentarse. El duelo desigual enfrenta el entusiasmo con la desidia.