A los 23 años fue el registrador de la propiedad más joven de España, aunque esto no le libró de la mili, que se pasó fregando el suelo según recuerda.
Se le ha acusado de ser un registrador más que un líder, y de haber limpiado poco su partido. También se le tiene por nada proactivo, partidario de que el tiempo arregle los problemas. Lo mejor que hizo fue afrontar la crisis económica y lo peor alimentar el independentismo en Catalunya.
A los 24 años sufrió un accidente de coche. Se partió la cara y se dejó barba para tapar las cicatrices. Lo que no tapa son sus aficiones deportivas: hincha del Madrid y el Deportivo es socio del Pontevedra y accionista del Celta. Se casó a los 41 años con Elvira Fernández y tienen dos hijos.
Francesc Homs dijo de él en campaña: es tan mal político como buena persona.