La violencia machista, una lacra que no cesa

Desde 2003 ya van 1.086 mujeres asesinadas a manos de sus parejas o exparejas, una cifra inaceptable, insoportable

28 abril 2021 09:20 | Actualizado a 28 abril 2021 09:44
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La localidad de La Bisbal del Penedès, y con ella Tarragona, Catalunya y España entera, amanecieron ayer conmocionadas y horrorizadas por la crueldad del último crimen machista, protagonizado por un hombre que según todos los indicios quemó viva a su mujer después de rociarla con gasolina. El Ayuntamiento de este municipio del Baix Penedès decretó tres días de luto por la muerte de su vecina y las muestras de condolencia hacia la familia y de rechazo y repulsa a este nuevo asesinato se repitieron por toda la geografía española.

El trágico suceso eleva la cifra de víctimas mortales por la violencia de género a ocho mujeres en lo que llevamos de 2021, la segunda en Catalunya y la 1.086 desde que comenzaron a elaborarse las estadísticas, en 2003. Se trata de unas cifras inaceptables –una sola muerte ya lo sería– desde todo punto de vista que ponen de relieve que, a pesar de todo lo avanzado, de todo lo legislado, de todo lo denunciado, aún queda mucho por hacer para erradicar esta auténtica lacra. Y es una tarea que compete a todos y cada uno de los miembros de esta sociedad. Porque no es de recibo que una mujer sea agredida o asesinada por el mero hecho de ser mujer.

Sí, es mucho lo que hay que hacer. Porque, a pesar de las leyes, aún son demasiadas las ocasiones en las que una mujer agredida no se atreve a denunciar su situación, bien por no verse envuelta en un embrollo burocrático y judicial, bien por su dependencia económica o emocional con respecto a su pareja, bien, sobre todo, por miedo. Todos los resortes del Estado –policía, abogados y fiscales, jueces, servicios sociales...– deben garantizar el apoyo y la seguridad a la víctima. Asimismo, queda por delante una ardua tarea educativa que inculque en la sociedad los valores de la igualdad y el respeto. Porque resulta inadmisible que, a pesar de lo que hemos avanzado, aún uno de cada diez jóvenes mantenga –según revela una reciente encuesta– que si una mujer viste de forma provocativa y anda sola por la calle a altas horas de la noche «se expone a que le pase algo». ¡Ni una menos!

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