Irán elige estos días presidente entre un conservador, un ultra y un reformista. El que sea gobernará a la sombra de Ali Khamenei, líder supremo de la república islámica fundada por Jomeini en 1979. Un país que aún en 2022 torturó y asesinó a Mahsa Amini, de 22 años, por no llevar bien puesto el velo y mató a decenas de personas que protestaron.
Recuerdo el relato de Rosa Montero de su entrevista con Jomeini en París, donde estaba exiliado, en vísperas de su regreso triunfal. La recibió sentado en una alfombra con las piernas cruzadas y sin alzar la vista. Ella tuvo que taparse la cabeza, sentarse enfrente y cuidar que su cabeza no sobrepasara a la de él, con lo que casi tuvo que hacer la entrevista tumbada en el suelo.
Han pasado 45 años.