Desde 1927, cuando honró a Charles Lindbergh, la revista Time escoge en estas fechas a la Persona del Año y coloca su retrato en portada. No repara en sus virtudes, sino en su influencia en la opinión mundial. El año pasado puso a Taylor Swift, y otros años ha puesto, sin que faltara polémica, a Hitler y a Stalin.
La deseada designación de Person of the Year ha recaído a lo largo del tiempo en 14 presidentes americanos. En 2024 el elegido ha sido Donald Trump, que repite, porque ya lo fue en 2016. Antes de ganar el título, entonces había despreciado a Time diciendo que «pronto estará muerta», como Newsweek, pero al ganarlo cambió radicalmente de tono: «Esto significa mucho para alguien que, como yo, creció leyendo Time: es una revista muy importante».