Jugar la prórroga

Sólo hay algo que produzca mayor desasosiego que tener deudas: pagarlas

19 mayo 2017 19:37 | Actualizado a 21 mayo 2017 20:37
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

Las diferentes comunidades autonómicas, que son muy parecidas, no están de acuerdo con el nuevo plan de ajuste ideado por Cristóbal Montoro, solo o en compañía de otros. Eso de recortar las previsiones de crecimiento no puede suscitar el entusiasmo de los enanos y pasar del 3 por ciento al 2,7 supone una tragedia aritmética que sucede en la calle y desemboca en el mercado de la calle más cercana, que es donde están nuestras tiendas. Hace bien don Luis de Guindos en quitarse de en medio porque, si apareciera por allí, la gente que no sabe bien lo que es la ‘desaceleración global’ podía acelerar el paso para interceptarle el suyo. A nadie le gustan los recortes y en España todos estamos trasquilados. Como será la cosa que incluso el Gobierno en funciones admite que la economía está en retroceso, que es como confesar que se avanza hacia la retaguardia, pero no se toman medidas políticas ya que cada sastre quiere cobrar las hechuras, aunque la tela sea de todos los clientes. En esa situación creo que ha hecho muy bien Luis de Guindos en irse a Washington, aunque a muchas personas que desean perderlo de vista les parezca cerca. Su objetivo es negociar con las autoridades de medio mundo un plazo mayor para reducir el déficit. O sea, pedir tiempo, como en el baloncesto, mientras siguen corriendo los calendarios, como en la vida.

Es de suponer que las autoridades financieras europeas, que también tienen sede en Washington, nos concedan un plazo mayor para entramparnos. Parece que únicamente hay algo que produzca mayor desasosiego que contraer deudas: pagarlas. Y está claro que tenemos que hacerles frente porque no nos permiten darles la espalda. Sería preferible deber dinero toda la vida que tener que pagarlo a plazos, pero no hay otra salida en esta callejuela europea. Le deseamos suerte en su excursión al sufrido don Luis. Un proverbio de no sé qué país europeo dice que el que quiere engañar a un campesino deberá llevar a otro campesino en su compañía y él es de una sola pieza.

Comentarios
Multimedia Diari