Salvador Illa es el protagonista de estas elecciones. Aunque le cueste esbozar una sonrisa, esta vez los sondeos han acertado y el rojo socialista es el color ganador, en escaños y en votos, por primera vez en la historia.
ERC es el partido que más ha perdido, ha asumido su rol en la oposición –aunque puede tener la llave del futuro gobierno– y Puigdemont queda desubicado en una segunda posición nada ventajosa.
¿Qué hará? ¿Se despedirá ya de la primera línea política? ¿Intentará un pacto? El PP ha vuelto a las andadas y se ha comido a un Ciutadans moribundo, así que ahora, Feijóo y Alejandro Fernández seguro que ya son los más amigos.
Pero el duro discurso de Vox crece y preocupa. La extrema derecha cala. ¿Alguien podrá detenerlos? Resultados en mano, las fuerzas independentistas ni siquiera suman, pero sí el tripartito de izquierdas. Illa deberá intentar formar gobierno.
¿Serán capaces de entenderse? Y yo me pregunto... ¿Qué pasará con Hard Rock? ¿Se atreverán a mandarnos de nuevo a las urnas por no saber negociar ni renunciar? ¿No va de eso la política? Disculpen el escepticismo. No nos avancemos. Que pasen los días y el tiempo dirá.