Playas a tope en el puente del Pilar, chiringuitos a pleno rendimiento, colas para sentarse en una terraza... Hasta PortAventura se plantea mantener abiertas sus atracciones de agua este invierno. Estamos en octubre y todavía hace calor.
La temporada turística ya no es Semana Santa, julio y agosto; ahora hay margen para atraer visitantes casi todos los meses del año. «No hay que centrarse solo en el sol y la playa, hay que focalizar la temporada entre primavera y otoño», advierten desde la Agència Catalana de Turisme. Los turistas tampoco se conforman ya con meter en la maleta el bañador, las chanclas y la toalla, quieren un destino que ofrezca cultura, gastronomía, deporte...
La buena temperatura influye, por supuesto, pero ya no lo es todo. Y cuidado, cada vez hace más calor –cambio climático– y eso puede jugarle una mala pasada a la Costa Daurada. «¿Alguien quiere ir a Sevilla en agosto con 45 grados? Pues aquí nos puede pasar lo mismo», dice un representante del sector.
En Salou ya diversifican. Hasta el martes tiene en marcha Salouween, con ‘terroríficas’ actividades para todos los públicos. Zombis para desestacionalizar la temporada.