Volver a levantarse

Resulta curioso que escriba mi primer texto en este espacio en el día en el que regreso al Nou Estadi tras 42 días de ausencia. Un 22 de junio de 2024 salí de ese estadio con el alma rota. Jamás he llorado tanto, y con tanto motivo, por el fútbol. Sé que es solo un deporte, pero qué sería la vida sin pasión. Quedarse a las puertas del ascenso en la última jugada es algo para lo que nadie está preparado. Sin embargo, la vida casi siempre da segundas oportunidades y el Nàstic tiene este año otra temporada ilusionante, pese a la derrota de ayer, en la que pelear de nuevo por el ascenso. Tiene que ponerse de pie, pelear y volver a soñar. En mi casa tienen un ejemplo como pocos para ello. Mi madre está peleando contra una enfermedad, que solo debería tener una acepción en el diccionario, y referente a lo zodiacal, y lo hace con mi padre de fiel escudero y el resto de su familia siempre con ella. Los problemas se superan juntos.