Cuando, una vez más, los políticos de más alto nivel (nivel por el cargo, no por su calidad humana ni intelectual) se insultan en vez de intentar buscar soluciones. Cuando, como no podía ser de otra manera, se arrojan los muertos a la cara. Cuando, de nuevo, se muestran desunidos en una época de dolor y tragedia. Cuando, como siempre, no se fijan más que en su ombligo y ponen en marcha el ventilador. Cuando, ¡qué cansinos que son!, repiten argumentos que da vergüenza ajena oírlos. En estos momentos, hay que recordarles algunos términos básicos del diccionario que parece que han olvidado.
Dimitir: «Renunciar, hacer dejación de algo, como un empleo, una comisión». Y sus sinónimos: abandonar, retirarse, despedirse.
Empatía: «Capacidad de identificarse con alguien y compartir sus sentimientos».
Ética: «Recto, conforme a la moral» y sus sinónimos: «honesto, decoroso, decente, honrado, íntegro, justo, puro».
Decencia: «Dignidad en los actos y en las palabras».
Humildad: «Virtud que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades y en obrar de acuerdo con este conocimiento».
Pactar: «Acordar algo entre dos o más personas o entidades, obligándose mutuamente a su observancia».