La pesca de Tarragona ha dicho basta. Se siente maniatada, ahogada. Por eso su «no a todo». Hace años que ven pasar normativas y exigencias, pero no se sienten ni representados en las instituciones ni recompensados ni ayudados por las medidas que se les imponen.
Lo asegura el presidente de la Confraria de Pescadors de Tarragona, Esteve Ortiz: «Hay una inquietud latente en las cofradías de la demarcación; decimos basta ya de presionarnos de esta manera, cuando la provincia es la que más vedas biológicas hace».
«No estamos dispuestos a aceptar más condiciones», Esteve Ortiz, presidente de la Confraria de Pescadors de Tarragona
«Hemos cumplido la normativa, somos los que hemos recibido más sanciones en comparación con el resto de Catalunya y no estamos dispuestos a aceptar más condiciones», añade.
Todo ello después de que la Comisión Europea acordara pasar de 130 días de pesca en el Mediterráneo español en 2024 hasta 27 este 2025 –que podrían llegar hasta los 130 del pasado año siempre que se cumplan «un mínimo de medidas de sostenibilidad»–.
Dichas medidas son doce y pasan, entre otras, por adaptar las mallas para una mayor selectividad de las capturas, respetar las vedas en ciertas zonas o utilizar estrategias de pesca innovadoras.
Pero los pescadores de Tarragona no están dispuestos a continuar así y exigen transparencia: «A día de hoy, aún no sabemos cuántos días podremos salir a trabajar este año, así que lo que pedimos es que el Ministerio nos lo aclare porque no puede ser que tengamos esta inseguridad, nosotros somos como cualquier empresa», defiende Ortiz, quien añade que «las condiciones que quieren poner son inaceptables».
«Hemos cumplido a rajatabla con todo lo que se nos ha exigido durante cinco años», Esteve Ortiz, presidente de la Confraria de Pescadors de Tarragona
«Hemos cumplido a rajatabla con todo lo que se nos ha exigido durante cinco años; queremos las mismas condiciones que otros países europeos, como el italiano, donde se le da cancha libre a sus pescadores; y es que en Europa hay muchos intereses diversos y España es el patio de recreo del norte del continente», denuncia el presidente de la Confraria de Tarragona.
Ortiz defiende que la Comisión Europea «quiere llevarse la pesca hasta el norte de África y arruinar la del Mediterráneo escudándose en el medioambiente».
«No queremos más medidas, lo que queremos es una realidad y que esté por escrito», comenta Ortiz, quien asegura que no se cierran en banda y que el sector está «dispuesto a sentarse y negociar».
Más jornadas de huelga
Lo que piden los pescadores de Tarragona es tener las mismas condiciones que este pasado año 2024 y, a partir de ahí, que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación elabore un plan por escrito. «Presionaremos todo lo que haga falta y moriremos matando», remarca Ortiz.
«No queremos más medidas, lo que queremos es una realidad y que esté por escrito», Esteve Ortiz, presidente de la Confraria de Pescadors de Tarragona
La mayoría de los pescadores de la demarcación se declararon en huelga este pasado jueves y tampoco han salido a la mar este viernes. Por el momento, la intención es salir a faenar el próximo martes, 7 de enero.
Ese mismo día, el Ministerio tiene previsto anunciar propuestas definitivas para paliar el impacto de las medidas de la Comisión Europea. Sin embargo, desde la cofradía de Tarragona se aclara que «las huelgas seguirán».
El propio Ministerio comunicó el pasado jueves que se subvencionará el coste total del cambio de redes, una de las modificaciones exigidas para salir a la mar más días.
No obstante, el escepticismo reina en el mar de Tarragona tras el anuncio: «Tenemos que ver en qué condiciones son las subvenciones, pero, igualmente, después de esto, ¿qué vendrá?», se pregunta el presidente.
«Tenemos que ver en qué condiciones son las subvenciones», Esteve Ortiz, presidente de la Confraria de Pescadors de Tarragona
Por eso, lo que exige el sector es «un plan de viabilidad que diga realmente qué quieren hacer y en cuánto tiempo, porque de momento no sabemos ni cuántos días se podrá trabajar este año».
Esta situación, según Ortiz, «corta el cuello» del sector, ya que afirma que «no quedan generaciones de pescadores» y que situaciones como esta ponen en jaque la supervivencia de la pesca en Tarragona.