La relación entre Jordi Pujol y el Monestir de Montserrat ha sido intensa. Hay dos fechas inolvidables. La primera, el 4 de junio de 1956, su boda con Marta Ferrusola, oficiada por el abad Escarré, a la que siguió un almuerzo con 200 invitados y la luna de miel en Suiza, Alemania, Austria e Italia.
La otra, el 17 de noviembre de 1974 (mañana se cumplen 50 años), con la fundación de Convergència. Eran aún tiempos de Franco y disfrazaron la cita como un encuentro para hablar del Tercer Mundo. Allí estaban Pujol, Miquel Roca, Anton Cañellas, Miró i Ardèvol, Simeó Miquel y decenas de simpatizantes.
Pujol tuvo que interrumpir su alegato debido a los cánticos ensordecedores de aficionados del Barça, llegados para celebrar el 75 aniversario del club.