El 28 de agosto de 1789, en una cancha deportiva de París, la Asamblea Constituyente, origen de la Revolución Francesa, votaba mantener o reducir el poder de Luis XVI. De forma aleatoria los partidarios del Rey se colocaron a la derecha y los críticos a la izquierda. Ganó la izquierda y fue eliminado el privilegio real de veto. Después al mismo rey y a su esposa fueron decapitados con el reciente invento del médico y diputado Joseph Guillotin.
Desde entonces se habla de la derecha y la izquierda, y de extrema derecha y extrema izquierda, etiquetas no siempre claras. Es fácil situar a Mussolini y a Mao, pero ¿dónde situar, entre izquierda y derecha, al republicano Lincoln y al demócrata Truman, o dónde colocar a Putin y a Zelenski?