El día 24 se cumplirá un año de la invasión rusa de Ucrania. Desde entonces han fracasado varias previsiones. Una es que Kíiv caería en cuestión de días y Zelenski huiría para salvar su vida.
Ni lo uno ni lo otro. El antiguo actor se ha convertido en un estadista recibido con aplausos en Washington, Londres, París y Bruselas. La otra predicción es que si Ucrania resistía unos meses, Rusia no tendría capacidad militar y económica, más aun teniendo en cuenta las sanciones.
Un año después los frentes apenas se han movido. EEUU y Europa aumentarán su ayuda con tanques y próximamente quizá aviones.
Sin embargo no hay perspectivas de negociar mientras dure la escalada. Talleyrand ya dijo «las bayonetas sirven para todo excepto para sentarse sobre ellas».