Natàlia Romaní es el nombre literario de Natàlia Rodriguez. Es la misma persona, pero la escritora se permite licencias imposibles para la periodista. La directora de un diario está siempre a la última noticia, pero su par literaria es capaz de narrar sus peripecias por Les rutes del sublim, que así se llama su último, breve y precioso libro, y perderse por la taberna de una isla griega, un museo de Berlín, Delfos, o los almendros en flor de Japón.
La protagonista va en busca de lo sublime, entendiendo por tal lo que nos supera, nos muestra nuestras limitaciones y a la vez nos emociona. Puede ser un cuadro de Caspar David Frederich, ante el que se sienta en el suelo contemplándolo durante una hora, o la tumba de Kant con su famoso epitafio.