En una entrevista con Q magazine en 1997, Paul McCartney dijo que la letra de la canción Fixing a Hole (arreglando un agujero) empezaba con la simple idea de alguien arreglando grietas en el camino, o en un tejado. Los periodistas querían saber más, los fans querían saber más, y Paul McCartney les explicó: «Si eres un adicto que se sienta en una habitación y te inyectas heronía, eso es lo que va a significar para ti, pero cuando yo la escribí quise decir que cuando hay una grieta, o le falta color a un cuarto, ahí voy y lo pinto». La canción forma parte del repetorio que los Beatles en 1967 cantaron en el disco Sargent Peppers Lonley Hearts Club Band (el mejor disco de la historia). Paul McCartney contaba que mientras grababan la canción, alguien llamó a la puerta del estudio y cuándo le preguntarón qué quería, respondió diciendo que era Jesús. Sir Paul, dice que se lo miró y con una reacción caústica y precavida («no quise dejar pasar la oportunidad») lo dejó pasar y el hombre (o Dios) asisitió a toda la grabación en una esquina. Jamás lo volvieron a ver. La anécdota es más verosimil que muchos milagros. Si yo fuera Dios, también hubiese ido a ver cualquier grabación de los Beatles.
The Beatles
31 julio 2024 19:33 |
Actualizado a 01 agosto 2024 07:00
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