Plinio el Viejo

Emociona leer la detallada descripción del inicio de la erupción del Vesubio que nos hace Plinio el Joven. Todo empezó hacia las 13 horas del 24 de agosto del año 79 de nuestra era. Fue así: la madre de Plinio el Joven señaló a su hermano, Plinio el Viejo, la aparición de una inmensa nube con forma de un pino, con un tronco que podía alcanzar los 20 kilómetros. Plinio el Viejo zarpó en una nave, ávido de ver con sus ojos el fenómeno y de ayudar a la población, pero debido a los desprendimientos del volcán y los gases no pudo llegar a la costa, el mar parecía de piedra pómez. Plinio el Viejo lanzó entonces su famosa frase (o así lo escribió su sobrino, Plinio el joven) “la fortuna ayuda a los valientes”. Apenas pudo llegar a 6 kilómetros de Pompeya. En ese lugar, Estabia, fue donde apareció dos días más tarde su cadáver, completamente cubierto de cenizas y junto a él, las tablillas en las que estuvo tomando notas hasta el final. Plinio el Joven salvó su vida porque su tío le había ordenado terminar un resumen de la historia de Tito Livio. Plinio el Viejo fue administrador de las finanzas de la Hispania Citerior Tarraconensis. Su obra, monumental, un ejemplo de dedicación y amor por la vida. Murió atrapado por el Vesubio hace 1.945 años.