Obama y Castro anunciaron ayer los embajadores entre Estados Unidos y Cuba. Con este motivo, cabe recordar al embajador más famoso que España tuvo en la isla: Juan Pablo Lojendio.
Era un vasco fornido y de carácter impulsivo que se manifestó el 20 de enero de 1960. Aquella noche, Fidel Castro participaba en una entrevista televisiva que se ofrecía en directo. En cierto momento, el embajador de Franco, que seguía el programa en su casa, vio que Fidel acusaba gravemente a la Embajada. Saltó de la butaca, como impulsado por un resorte, y se dirigió a la emisora, donde irrumpió en el plató, mientras los guardaespaldas trataban de detenerlo. Allí afeó a Castro lo que había dicho. La TV cortó la emisión, y Fidel le dio 24 horas para salir del país.
Cuando Franco lo recibió, parece que le dijo: «Como español es usted muy bueno; como embajador, muy malo», y le envió de embajador a Suiza.