El Valencia ganaba y terminaba el descuento. El guardameta Courtois, del Madrid, abandonó sus palos y fue a ayudar a un córner. Con su altura, 1,99 m, cabeceó el balón, lo repelió el portero, pero Benzema logró rematar a gol. Fue en el minuto 95. Otras veces era Sergio Ramos quien hacía goles así.
Cuando un portero abandona su espacio, se produce una emoción especial en el campo: todo se juega a una carta. En la temporada 2016/2017, Ter Stegen dejó su portería vacía y se fue a hacer de delantero. Así vio de cerca el gol de Sergi Roberto, en el último minuto del descuento, en la remontada de la Champions del Barça con el PSG.
Lo bueno del último minuto en el fútbol es que no es apariencia. No se prepara, como en el encuentro entre PSOE y ERC.