Hay frases de Pablo Hasél que me repugnan aunque las cante, por ejemplo que llame al rey «mafioso de mierda» y «borracho tirano», o que hable del «mierda de Pablo Iglesias», o «no me da pena tu tiro en la nuca, pepero», o «merece que explote el coche de Patxi López», o «que alguien clave un piolet en la cabeza de José Bono»…
Si este homenaje al mal gusto, compuesto de insulto y desprecio, merece prisión o no, es cosa en la que no entro; como en el caso de Willy Toledo, que se ufana de cagarse una y otra vez en lo que más aprecian los cristianos.
Sí estoy seguro de que el rapero no es una víctima de la falta de democracia, o un defensor de los derechos humanos, quizá porque hemos conocido a otros: Mandela, Luther King, Václav Havel, Sajarov… aunque no cantaban.