La victoria del Real Madrid el sábado por la noche llegó acompañada de lluvia torrencial, aficionados madridistas que viven en Tarragona, Reus, Salou, Cambrils, Vila-seca, Terres de l’Ebre, El Vendrell... los seguidores madridistas en Catalunya lo son por infinidad de motivos, algunos por tradición familiar, otros por llevar la contraria, otros porque son del Nàstic (eso también forma parte de la tradición) y miles porque les apetece. Quince copas de Europa no son una hazaña al alcance de todos (en realidad es una hazaña al alcance sólo del Real Madrid), y la elegancia está en los gestos, así que todos debemos felicitar al campeón y a sus aficionados. Merecida victoria, merecida copa. Pero el tema no es el fútbol, a pesar de su importancia. El tema es Madrid. Pocas ciudades tienen un significado tan absoluto como Madrid.
Madrid es, junto a Miami, la capital de Latinoamerica, y de facto la capital del sur de Europa por delante de Roma.
Madrid atesora una enorme cantidad de adjetivos que según quien los enumere van del cielo al infierno pasando por todos los estadios. Al final obviamos los datos, la realidad y nos contentamos con hablar de esa enteléquia con capacidades casi mágicas que es «Madrit». Veamos: criticar la capital es el deporte universal. Roma ladrona, Madrid ens roba, por no hablar de París. A Madrid se le ha criticado siempre, desde el Siglo de Oro hasta la final de Wembley. Pero lo cierto es que pocas capitales se han vaciado tanto de competencias como lo ha hecho la madrileña. Ha perdido un peso administrativo para ganar un peso en influencia. Hace décadas absorbió el poder financiero vasco, intenta por todos los medios atraer al poder económico catalán y ejerce de facto de segunda capital de Latinoamérica tras Miami y al paso que vamos los de la Florida tienen los días contados. Madrid es un polo atractivo, desacomplejado y pijo, con deslices peligrosos hacia el blanqueo del franquismo y un autsimo centralista. Pero es una capital luminosa (la luz de Madrid...), que pisa fuerte con su chotis prieto y templado. Es ya la capital del Sur de Europa, y juega fuerte en cualquier Liga.