El Diari publicaba en su edición de ayer la noticia de que el próximo año la Generalitat pondrá la primera piedra de lo que debe ser la tan ansiada como reclamada y postergada ciudad de la justicia de Tarragona, para lo que ha previsto una partida de 13,5 millones de euros para 2024 que se hará efectiva con independencia de las negociaciones de los presupuestos de la Generalitat y que forman parte de esos 71 millones que en total costará el Fòrum Judicial.
Finalmente, después muchas idas y venidas y de no pocas propuestas sobre su emplazamiento, el edificio que agrupará las siete sedes judiciales que hoy están repartidas por diferentes rincones de al ciudad de Tarragona estará ubicado en el entorno del Hospital Universitario Joan XXIII. El anuncio supone, qué duda cabe, una gran noticia para este territorio, para los profesionales de la justicia, por supuesto, pero también para los ciudadanos, que tendrán todos los juzgados de los diferentes ámbitos en un solo edificio, sin tener que seguir deambulando de un lado para otro.
Se trata también del fin de un agravio comparativo, si tenemos en cuenta que Tarragona es la única capital catalana que no cuenta con un edificio que aglutine todos los juzgados. Los planos dibujados por la Generalitat establecen que el nuevo Fòrum Judicial de Tarragona contará con 32.000 metros cuadrado hábiles, 13.000 más de los que suman ahora las siete sedes repartidas por la ciudad. Aseguran también los responsables de Justícia del Govern que el equipamiento estará listo a lo largo del año 2026, lo que habla de un plazo relativamente corto para todo lo que ha esperado y reivindicado Tarragona este edificio.
En principio, es de justicia –valga la redundancia– conceder a la Generalitat el beneplácito de la confianza en que por fin los plazos y los costes se atengan a lo anunciado. No obstante, la experiencia invita a este territorio, y en especial a esta ciudad, a estar muy pendiente de las obras para que el Fòrum Judicial sea una realidad cuanto antes.