Octubre del año que viene. Es la fecha límite para la inauguración de las mejoras que se pretenden acometer en el Fòrum de la Colònia, uno de los elementos más descuidados de cuantos conforman el conjunto monumental que mereció para la ciudad de Tarragona el título de Patrimonio de la Humanidad. Datado en el año 30 antes de Cristo, el Fòrum de la Colònia, hoy uno de los yacimientos más desconocidos incluso para los tarraconenses, tiene una gran importancia para entender cómo era la Tarraco Imperial. De ahí que su recuperación suponga, además de saldar una deuda con el patrimonio, una gran oportunidad.
El hecho de que su ejecución venga condicionada por una aportación de tres millones de euros procedentes del Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad a partir de los fondos europeos Next Generation obliga a culminar los trabajos en un tiempo determinado, en este caso, octubre de 2025. Se da la circunstancia de que Tarragona ha sido históricamente una ciudad con un grave problema para trasladar los dibujos que ilustran los proyectos a la realidad, un mal del que existen numerosos ejemplos –fachada marítima, Savinosa, Banco de España, remodelación de la Rambla Vella, Quinta de San Rafael...–. Incluso se han dado casos en los que la ciudad se ha visto obligada a devolver ayudas europeas por no cumplir con los plazos de ejecución, bien por inacción, por falta de acuerdo, o por cambios en el proyecto aprobado –el Banco de España es un ejemplo–.
Tarragona no puede permitirse el lujo de perder más oportunidades. En este sentido, la sociedad civil debe ejercer su papel y exigir a las administraciones que ejecuten los trabajos necesarios para que la recuperación del Fòrum de la Colònia sea una realidad de la que todos podamos disfrutar en octubre de 2025. El Diari también ejercerá esta acción vigilante y ya pone en marcha la cuenta atrás que debe acabar en la fiesta de inauguración de un monumento que merece salir del abandono en que ha estado sumido durante demasiado tiempo.