En pocos días han nacido en Catalunya dos nuevos partidos. Uno que aún no tiene nombre oficial, pero al que se llama «el de los Comuns», con dos líderes, Ada Colau y Xavier Domènech. Parece que tiene futuro porque pone de los nervios a ‘Junts pel sí’, que le acusan de ambigüedad.
Tienen razón, son soberanistas pero no independentistas; quieren un referéndum, pero no quieren aquello por lo que el referéndum se quiere.
Navegan tanto en la ambigüedad como CDC cuando Pujol tiraba del carro y Mas no se había caído del caballo.
El otro neonato, «LLiures», lo preside Antoni Fernández Teixidó, que pasó de la Liga Comunista al CDS y de allí a CDC, que le ha decepcionado. Ha confesado que en las últimas elecciones no supo a quién votar. Ya lo sabrá ahora. Es el partido de los decepcionados, lo cual no es un cartel muy atractivo. Dicen que tiene espacio, lo que no sé es si tendrá tiempo.