Tarragona se sumerge, desde hoy, en una nueva edición del festival de recreación histórica por excelencia, Tarraco Viva. Son ya 20 años de trayectoria de una iniciativa que con el paso del tiempo ha ido ganando prestigio, importancia y seguimiento, y que a día de hoy es imprescindible para entender cómo era la vida de los tarraconenses romanos. Y dentro de poco más de un mes, Tarragona dará la bienvenida al proyecto más ambicioso de su historia: la celebración de los Juegos Mediterráneos.
Es decir, con Tarraco Viva revivimos el pasado más glorioso de nuestra ciudad, cuando Tarraco fue capital de Hispania y una de las ciudades más importantes e influyentes del mundo conocido, gracias a Augusto. Y con los Juegos creamos nueva historia, nuevas páginas que añadir al legado de una ciudad milenaria que quiere volver a liderar el Mediterráneo. Desde el deporte, desde la cultura, desde el turismo vinculado a la gastronomía, al patrimonio material e inmaterial.
Somos Tarragona. Somos pasado, presente y futuro. Porque, que a nadie le quepa duda, los Juegos Mediterráneos son una excelente oportunidad para el futuro de nuestra ciudad. Lo son porque nos avala el éxito humano, con más de 7.800 voluntarios inscritos para un cupo necesario de 3.500; nos avala también el éxito logístico, porque hemos completado las reformas y trabajos en todas las sedes.
Nos avala el éxito comunicativo, a través de los importantes convenios suscritos con RTVE, la CCMA, Movistar y la Xarxa para la difusión informativa de los Juegos; nos avala también el éxito institucional, pues contamos con el apoyo de todas las administraciones y de grandes multinacionales. Nos avala, y quizá es lo más importante, el éxito ocupacional, ya que los Juegos nos han permitido crear hasta 1.000 puestos de trabajo. Y además, tenemos el aval del éxito económico, porque hemos conseguido que cada euro de inversión municipal atraiga hasta cinco euros de inversión exterior. De hecho, no hemos gastado dinero en los Juegos, ya que hemos captado capital externo, hemos ganado patrimonio, empleo y un legado muy importante.
Ahora bien, no podemos dormirnos en los laureles de ser la ciudad más pequeña en organizar unos Juegos Mediterráneos. No podemos porque, pese a ello, estos serán los Juegos con mayor participación. Y todavía más importante, porque esta cita supone una oportunidad única para abrir una ventana de oportunidades en un mercado de 400 millones de personas. Esto nos permitirá completar un ciclo de 10 años con Ballesteros como alcalde. Una década difícil en la que hemos priorizado la política social y la cohesión de la ciudad, que se traduce ahora en la mejora sustancial de los barrios de Poniente, gracias a los Juegos y a la próxima instalación de Ikea, entre otros factores. En resumen, tenemos un patrimonio único y será todavía mayor y mejor gracias a los Juegos, que son los de todos.
*Begoña Floria es quinta teniente de alcalde, consejera de Cultura, Fiestas y Patrimonio Histórico y portavoz del Ayuntamiento de Tarragona