Guerra, coronavirus y políticos

Proponemos evitar metáforas bélicas, que crean ansiedad e inquietud, por otras que ayuden más a la población

15 abril 2020 10:01 | Actualizado a 21 abril 2020 18:37
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El ministro de Sanidad, Salvador Illa, afirmó el pasado 25 de marzo: «hay que trabajar unidos para derrotar al virus». ¿Estamos en guerra? Me temo que la realidad es la que es. El lenguaje refleja la realidad. Y parte de la realidad es desconcertante, terrible y descorazonadora, como si estuviéramos en guerra. Aunque, más bien, como apuntaba el veterano periodista Lluís Foix ese mismo día, vivimos «bajo los efectos psicológicos de una guerra». Digo «parte de la realidad» porque se constata, a la vez, un rebrote poderoso de la solidaridad como hacía tiempo que no se había visto. 

Con lingüistas de numerosos países, la doctora Inés Olza inició un debate con la etiqueta #ReframeCovid en Twitter para estudiar si es posible cambiar los marcos mentales de las metáforas que se emplean en los medios para ayudar a la población. En ese debate proponemos evitar metáforas bélicas, que crean ansiedad e inquietud, por otras metáforas que ayuden más a la población. Ese debate es un acierto, pero, a la vez, me planteo ir más allá.

Los políticos pueden emplear metáforas de un ámbito o de otro para comunicar mejor. Está de moda contar con asesores que les guíen en ese cometido. Pero -y ahí quería llegar- me parece que un líder político no solo ha de contar con asesores prestigiosos. Ha de ser, sobre todo, un ciudadano forjado en los valores de la prudencia, justicia, resiliencia y humildad. El lenguaje que empleará transmitirá lo que es como ciudadano. 

Uno de los políticos de este país que me ha transmitido confianza es el que se ha dirigido en distintas ocasiones a la cámara sin papeles y ha tejido un discurso que le salió del alma. Además, se arremangó para ayudar a gente necesitada; desconozco si lo hizo para dar esa imagen. Esas actitudes no se improvisan. La crisis grave que estamos viviendo está poniendo del revés lo que pensábamos que supuestamente fundamentaba nuestro día a día. Cuando pase esta crisis, me parece que una de las claves será repensar cómo debe ser la política y cómo deben ser los líderes que nos gobiernen, como dice el amigo filósofo Jaime Nubiola.

Xosé Luis Barreiro lo recordaba en un artículo memorable (23/03/2020) y que he enviado hasta a las gaviotas del puerto de mi ciudad, que estos días andan desconcertadas, como nosotros. Ese autor escribía «hemos construido una civilización admirable, pero fanfarrona, materialista e inculta». Así es. Un amigo me escribía, después de leer el artículo de Barreiro: «somos muy chulos y no somos nada». Muy de acuerdo.
Pero no quiero alejarme de la tesis de este artículo. Necesitamos políticos que encarnen con valores auténticos y que colaboren en la nueva civilización que corresponde a todos reconstruir. Y luego ya pensarán en las metáforas. No dejaremos de ayudarles. 

*Ricardo-María Jiménez-Yañez. Doctor en Lingüística y profesor en la Universitat Internacional de Catalunya en Barcelona

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