Un enjambre de miles de abejas se asentó durante unas horas este domingo 16 de junio en el Pla de la Seu, concretamente en la tienda RC Souvenirs.
Los insectos, guiados por la abeja reina, se colocaron entre el material expuesto en el exterior del local y, en cuestión de minutos, el número de insectos obligó a los propietarios a cerrar las puertas y avisar al 112, ante la presencia de estos ‘turistas’ no deseados.
El propietario de la tienda llamó al 112 de la presencia de un enjambre de abejas y desde el teléfono de emergencias se activó a la Guàrdia Urbana de Tarragona y a los Bombers. Los primeros se encargaron de llamar a un apicultor para poder proceder a la retirada de esta colmena indeseada en el epicentro de la Part Alta de la ciudad.
Bombers ha informado que el aviso entró a las 15.22 horas y activó una dotación. Paralelamente, la Guàrdia Urbana acordonó la zona y avisó a un apicultor para proceder a la retirada. Los trabajos, sin embargo, empezaron más tarde, obligando al negocio a permanecer cerrado. El restaurante situado a su lado también estuvo con las puertas cerradas.
Este servicio del domingo por la tarde es uno de los 90 que se han efectuado en la provincia de Tarragona en estos primeros seis meses del año (la cifra puede aumentar en los días que todavía quedan de junio). Son datos de Bombers de la Generalitat, el cuerpo que siempre se activa para extraer estos enjambres de zonas urbanas o de zonas que puedan acarrear convivencia con las personas.
Las abejas son insectos protegidos y se reubican en áreas dedicadas a la apicultura
Bombers efectuó en 2023 los mismos servicios que en estos casi seis primeros meses (93 en concreto). Las mismas fuentes señalan que estos servicios contabilizados son aquellos en los que hay problemas con abejas, pero no siempre Bombers son los que retiran la colmena. A veces son apicultores que los gestiona otro cuerpo de seguridad. En el caso de el domingo en Tarragona, fue la Guàrdia Urbana.
El procedimiento
El apicultor, llamado para la emergencia, colocó una caja de cartón en el suelo del Pla de la Seu y paulatinamente fue sacando las abejas de los abanicos de regalo que tenía expuesto el comerciante. Algunos de los abanicos se los llevaron ante la necesidad de no dañar a estos insectos, protegidos por la ley.
A las 19.17 horas, el apicultor terminó de recoger las abejas dentro de la caja de cartón y ésta quedó en la misma plaza hasta las 23 horas, momento en que se recogió y se llevó a un área de apicultura para que allí se cree un panal. La hora tardía de la recogida se debe a que sin el calor del día, las abejas están más tranquilas.
Las abejas son una especie protegida porque son muy importantes para la polinización y, por lo tanto, para la producción de alimentos a nivel mundial y la biodiversidad del planeta.