Tarragona quiere inyectar 4 millones en 2022 en el edificio del Banco de España

El gobierno local prevé destinar un millón en recursos propios y tres más de los Fondos Next Generation, que podrán solicitarse gracias a la aprobación de ayer del proyecto ejecutivo

18 diciembre 2021 10:37 | Actualizado a 19 diciembre 2021 07:25
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El Ayuntamiento de Tarragona espera inyectar a lo largo del próximo año cuatro millones de euros para que el antiguo edificio del Banco de España pueda empezar a convertirse en el nuevo Banc de la Ciència i del Coneixement. Fuentes municipales confirman al Diari que la previsión para 2022 contempla destinar una partida de un millón de euros en recursos propios para la esperada inversión en el inmueble del número 101 de la Rambla Nova –que está vacío y sin uso desde 2003–, así como recibir una ayuda de tres millones procedentes de los Fondos Next Generation.   

De hecho, la administración con sede en la Plaça de la Font podrá aspirar a las ayudas continentales  gracias a la aprobación de ayer del proyecto ejecutivo del plan. Esta se materializó en el Saló de Plens mediante el voto a favor de PSC, Esquerra Republicana, Junts per Tarragona, CUP y Hermán Pinedo; la abstención del Partit Popular, No adscritos y En Comú Podem; y el rechazo de Ciutadans.   
Encarecimiento del 50%

Inicialmente, en base al proyecto básico de hace tres años, la previsión era que la reforma del inmueble costara 4,9 millones de euros, de los cuales el Consistorio asumía 2,9. Asimismo, el Fondo Feder recibido por parte de la Unión Europea cubría los dos restantes o, lo que es lo mismo, el 40% de las actuaciones. 

Sin embargo, durante la elaboración del documento definitivo se puso de manifiesto que la estructura del edificio «no es compatible con ningún uso de pública concurrencia» ya que, para ello, «hay que hacer un refuerzo estructural del sistema de pilares, de forjados y de los cimientos del inmueble». Por ello, el informe técnico del pasado mes de agosto reveló que «será imprescindible contemplar la necesidad de realizar un refuerzo en su estructura», que no estaba previsto en el proyecto básico de 2018 y que ha supuesto un coste añadido de 2,5 millones o, lo que es lo mismo: se ha encarecido un 50%, de los 4,9 millones a 7,4.

Todo este proceso ha provocado, además, que se haya retrasado el calendario previsto, lo que a la práctica llevará a perder los dos millones del Fondo Feder logrados hace dos años con el anterior gobierno municipal (PSC-PP). En teoría, la obra debería estar ejecutada, pagada y certificada en un 70% el 30 de noviembre de 2022 para finalizarla completamente el 31 de diciembre de 2023. Se trata, sin embargo, de un horizonte que ya está claro que no se cumplirá porque las actuaciones aún deben licitarse y, además, la administración continental ya no acepta prórrogas. Esto se traduce en el hecho de que, a día de hoy, el Consistorio tiene un agujero económico de 4,5 millones de euros con este proyecto: los 2,5 que se ha encarecido y los otros dos que se perderán del Feder. Solo tiene 2,9 de garantizados sobre los 7,4 que costará. 

«La financiación inicial no era suficiente. Por esto se ha replanteado y ahora se irán a buscar subvenciones. Con el proyecto ejecutivo podemos optar y estar en disposición de presentarnos a las ayudas Next Generation para la rehabilitación de edificios emblemáticos», aseguró ayer el primer teniente de alcalde y concejal de Serveis Centrals, Jordi Fortuny (ERC), quien remarcó que, con el proyecto ejecutivo, «ya está claro qué queremos hacer y cómo». En el mismo sentido se expresó la concejal encargada de Contractació, Elvira Vidal (JxTGN). «Cualquier línea de subvención requiere contar con un proyecto maduro y ejecutivo. Ahora podremos optar a una financiación externa», recalcó la edil. 

Centro de divulgación química
El Banc de la Ciència es un proyecto en el que la URV y los cuatro institutos de investigación tecnológicos irán de la mano con el Ayuntamiento para la divulgación del conocimiento. para llevar a cabo exposiciones y talleres con un auditorio para 140 personas.  

El PSC, el partido que inició el proyecto de reconversión, apoyó ayer el proyecto pese a que hace pocas semanas se mostró crítico con la gestión del ejecutivo actual. «Hemos votado favorablemente para abrirlo a la ciudadanía. Tarragona debe ser un referente internacional en innovación científica y cultural. La educación y la innovación son una inversión, no un gasto», afirmó ayer el edil socialista Francesc Roca. 
Por su parte, En Comú Podem se abstuvo. «Hacemos una acción de confianza con el proyecto. No queremos obras faraónicas y, por esto, apostamos por un equipamiento ciudadano, que se incluirá. Ahora sabemos cuánto costará y no debe haber más sobrecostes», recalcó ayer la portavoz de los Comuns, Carla Aguilar. 

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