Entre el 15 y el 24 de septiembre van diez días de pleno fervor en unos días que tienen un denominador común: la importancia de la organización. En una decena de días, más de 400 actos se solapan y congregan miles de personas, lo que supone un esfuerzo extra de control, seguridad, limpieza y organización. Son centenares de trabajadores los que velan día a día, siempre desde el anonimato para que las fiestas luzcan como siempre.
A los profesionales de la Creu Roja y de la Xarxa se les suman los voluntarios de Protecció Civil: 120 personas que apoyan a los cuerpos de seguridad y de emergencias con la prevención de accidentes, tareas previas a los servicios, etc. Lluís Mangrané es el responsable de unidad de los Voluntaris de Protecció Civil y reconoce que «Santa Tecla no es muy difícil porque siempre es lo mismo». Para ello disponen de material y vehículos y les sirve para cubrir un total de 24 actos: «No estamos en todas partes, sino donde nos necesitan, no queremos que se nos vea». La mayoría de intervenciones son de caídas o intoxicaciones etílicas en los actos nocturnos.
Para que todo salga bien cuando tiene que salir bien hay que tenerlo todo preparado días, semanas y hasta meses antes. Esto lo saben muy bien Eduard Nadal y Dani Bonillo, encargados de la producción externa de los actos (conciertos, vermuts, diadas castelleras, etc). Para Nadal es «complejo por la diversidad de actos pero a la vez fácil porque se repite, la coordinación de equipos es el secreto». Este año, por ejemplo, la aparición de un nuevo espacio de la fiesta como es el Parc del Francolí, que este pasado fin de semana ha demostrado ser un gran descubrimiento, ha sido un rompecabezas para la producción «porque lo hemos implantado todo de nuevo». La valoración, de momento, es positiva: «El espacio respira muchísimo, comparado con el Camp de Mart o la plaça Corsini»
Y de los actos a las diadas castelleras: el pasado domingo fue la primera y los días 23 y 24 habrá las otras. Como ciudad que se quiere conocer como la ‘capital dels castells’, Tarragona cuenta desde 2014 con un protocolo pionero que controla aspectos sanitario y los espacios para la ‘canalla’ y la ‘entrada a plaça’. La encargada de que se cumpla es Ester Roca, técnico de Cultura del Ajuntament: «El día de la diada, las ‘colles’ tienen que hacer lo que les toca, hacer ‘castells’». Su responsabilidad recae en la agilización de una actuación castellera, que se puede alargar muchas horas, y en las intervenciones de los servicios sanitarios en caso de caídas: «Tienes que ser exigente con el protocolo, pero solo hasta donde puedas apretar porque lo más importante es la seguridad», explica ella. Se trata del respeto al público pero sobre todo a los mismos castellers. Una gestión que fue complicada en la diada de este domingo debido a diversos factores, como los servicios sanitarios, pero que se volverá a poner a prueba en las diadas de Santa Tecla y la Mercè.