La intervención de urgencia que se puso en marcha para tapar los doce agujeros que se hicieron durante la instalación de un andamio alrededor de la Torre de Minerva ya ha finalizado. De hecho, la estructura metálica ya está desmontada y los visitantes que ayer paseaban por el Passeig Arqueològic, algunos de los cuales habían ido a propósito por la trascendencia de los hechos ocurridos, podían volver a apreciar esta construcción del siglo II antes de Cristo.
El concejal de Patrimoni, Hermán Pinedo, comparecía para explicar los detalles de una actuación que «ha revertido la situación que se registró la semana pasada, fruto de una negligencia». Esta se ha hecho bajo la supervisión técnica del Ayuntamiento de Tarragona y el Centre de Restauració de Béns Mobles de la Generalitat, además del Arzobispado, como titular del bien. Básicamente ha consistido en tapar los doce agujeros de 15 milímetros de diámetro por 100 de profundidad. Unos orificios en los que se colocó el pertinente tapón de plástico con el tornillo para sujetar el andamio.
Se ha retirado el plástico y se han consolidado las paredes interiores de las perforaciones y, finalmente, se ha aplicado mortero tradicional de calcio y arena dentro de los orificios del mismo tono de la piedra, sin añadirle colorantes ni pigmentos. «Los agujeros ya no están y, aunque no puede volverse a la situación original, lo hemos revertido», indicaba Pinedo.
El responsable municipal de Patrimoni lamentaba que una situación como esta «no puede volver a ocurrir». Un caso que ahora está en manos de la justicia, ya que el martes de esta semana el Ayuntamiento acudió al fiscal con toda la documentación para que considere si hay caso. En paralelo, la administración local sigue con el proceso de investigación interna para conocer qué pasó y por qué desde que empezó a montarse la estructura metálica el día 12 hasta 14 nadie supervisó los trabajos ni se percató de que el andamio estaba sujeto a las piedras de la muralla, habiendo hecho incluso un agujero en el escudo del relieve de la diosa Minerva. «Cuando sepamos qué ha pasado, deberemos tomar las decisiones y depurar las responsabilidades», afirmaba Pinedo.
El coste de la intervención ha sido de 2.000 euros que ha asumido la empresa que instaló el andamio, que reconoció su responsabilidad desde el primer momento, a pesar de la experiencia que tenía ya en el ámbito del patrimonio. «Es la misma compañía que tiene la del Amfiteatre y Ca l’Ardiaca, por lo que tiene una experiencia», afirmó Pinedo.
Con estos trabajos de reparación de los agujeros también se ha llevado a cabo una actuación de urgencia en la fachada este de la Torre, en la que se detectó que el estado de conservación era deficiente. «Había un riesgo de desprendimiento y se ha tenido que hacer una intervención, porque podría ser que los agujeros lo acentuaran, si entraba agua y erosionaba», explicó Pinedo. Ahora se ha consolidado la estructura y se han recogido los datos para el minucioso estudio que se está llevando a cabo de esta Torre que, al fin y al cabo, es el motivo por el que se había instalado el andamio. En este sentido, se ha hecho un chequeo con un escáner 3D y se han recogido los datos para conocer al detalle el estado de conservación. Una información que quedará recogida en un estudio, que se conocerá dentro de unos meses, para conocer el estado de salud de esta construcción y un plan de actuación.