En las fiestas de Santa Tecla la Cucafera se convierte en el elemento del Seguici más querido por parte de los más pequeños. La leyenda dice que este animal feroz, que se comía a los niños, se convirtió en un ser amable y bueno gracias a una princesa, que con su encanto, consiguió domesticarlo.
Hoy en día, para seguir dando a conocer esta historia, la Cucafera necesita a tres niños para que representen los papeles de princesa y caballero y puedan divulgar esta leyenda durante los días de fiesta mayor.
Para ello, ayer se puso en marcha la primera prueba, a la que se presentaron doce niños y niñas para recitar un poema. Aunque esta primera fase no era eliminatoria, los pequeños de entre seis y doce años, llevaron al Barri del Port su poema estudiado para dejar a todos con la boca abierta.
La primera en subir al escenario fue Isaura, y después de ella se fueron animando muchos más. Allí también estaba Aleix, que interpretó al caballero de la Cucafera el año pasado. Ayer se acercó hasta el Barri del Port para escuchar los poemas de los próximos caballeros y princesas.
Recortes obligados
Las fiestas de este año han mantenido actos tradicionales como la chocolatada, la mejillonada y el fideuá, además de actos infantiles. Con todo y con eso, han sufrido algunos recortes y variaciones debido a las dificultades económicas con que se encuentran las asociaciones vecinales, pendientes de cobrar la subvención municipal.
La organización se ha visto obligada a recortar el programa de actos que venía siendo tradicional en los últimos años. Es por eso que este año solo ha habido una orquesta para la noche del sábado mientras que el viernes se ofreció un espectáculo de cabaret y la fiesta con disco
móvil. En definitiva, en esta edición se ha tenido que prescindir de actos como los hinchables, que ya no se ofrecieron el pasado año, el cine al aire libre, la magia y las habaneras.
Pese al recorte de actividades y tener unas fiestas algo más austeras, el espíritu festivo de esta zona ha vuelto a salir a las calles como cada año.