La subida de un 29% de la tasa de basura está más cerca que nunca de ser una realidad a partir del año que viene. La mayoría del pleno municipal está a favor de la medida, alegando que se trata de una ley que debe cumplirse. La sorpresa la han dado los dos concejales no adscritos, Sonia Orts y José Luis Calderón –antiguamente en las filas de Ciutadans–, quienes han decidido dar su apoyo a la propuesta de ordenanzas fiscales del gobierno de Ricomà. Por el contrario, el PP, Ciutadans y la concejal de En Comú Podem, Àngels Pérez, están en contra. Opinan que no es momento de subir impuestos, teniendo en cuenta la situación económica por la que pasan algunas familias.
Finalmente, quien todavía no se ha decidido, ha sido el PSC. Los socialistas han preparado una batería de preguntas para que hoy, en la Comissió Informativa d’Hisenda, el gobierno municipal les esclarezca las principales dudas.
La propuesta es incrementar un 28% de la tasa de la basura, lo que supondrá dos euros mensuales más de media para los contribuyentes. La medida se debe, según explican fuentes municipales, a la obligatoriedad de dar cumplimiento a la nueva ley de residuos, que exige a los ayuntamientos cubrir el 100% del gasto del servicio de limpieza con los impuestos.
Por su parte, el concejal de Serveis Econòmics i Centrals del Ayuntamiento de Tarragona, Jordi Fortuny, junto con su equipo, han llevado a cabo una previsión de los costes del nuevo contrato de la basura –en marcha el año que viene– y, de esta manera, hacer un cálculo aproximado de lo qué será necesario que tribute la ciudadanía. El resultado es este 28,99% de incremento.
Este aumento viene motivado también, según Fortuny, por la escalada de precios generalizada y la subida de la inflación. «Si queremos caminar hacia una racionalización del servicio y hacer las cosas bien, debemos seguir este camino», explica el concejal, quien deja claro que no podrá rebajarse ningún tributo más, solo congelarse el resto de impuestos, como el IBI, el de vehículos o el IAE.
La medida pasará el primer escollo esta mañana, en la Comissió Informativa d’Hisenda, donde los grupos municipales deberán posicionarse. Si la propuesta de modificación de las ordenanzas fiscales tira adelante, el asunto se debatirá y aprobará en el próximo plenario municipal, que tendrá lugar el jueves 27 de octubre. Todo parece indicar que la medida tendrá recorrido y que los contribuyentes, a partir del año que viene, deberán pagar un 28% más de la tasa de basura.
Ganará el sí
La totalidad del gobierno municipal –ERC, CUP, JxTGN y el concejal Hermán Pinedo–, además de los concejales no adscritos Sonia Orts y José Luis Calderón, apoyan la medida. Con ellos, suman 15 de las 27 sillas del pleno. «Votaremos que sí por imperativo legal. No se puede hacer de otra manera. Con esto, también queremos demostrar que no estamos en contra del gobierno, sino de las formas. Cuando hay que apoyar, lo hacemos», dice Sonia Orts.
Por otro lado, el PP, Ciutadans y En Comú Podem votarán en contra de la propuesta. José Luis Martín, portavoz del PP, define como de «escándalo» la medida, y asegura que «Ricomà habrá conseguido subir un 40% la tasa de basura durante su mandato».
Lorena de la Fuente, número 1 de Ciutadans, opina que «ahora no es momento de subir este impuesto, teniendo en cuenta la gran cantidad de familias ahogadas, que no llegan a fin de mes».
En la misma línea, Àngels Pérez, concejala de En Comú Podem, recrimina a Ricomà no haber hecho caso cuando la formación morada planteó hace un año revissar la tasa, para que se pagara el impuesto dependiendo del nivel adquisitivo de cada zona.
Finalmente, la única formación que todavía está indecisa es el PSC. Antes de decidir su posicionamiento, el grupo presentará esta mañana una batería de preguntas «para resolver algunas dudas e incógnitas que tenemos», dice su portavoz, Sandra Ramos.
