El Ayuntamiento de Tarragona presentó el pasado miércoles sus alegaciones al proyecto de instalación de pantallas acústicas sobre la vía férrea en su paso por el litoral de la ciudad. En el escrito a Adif, el Consistorio muestra su «oposición total» a la implantación de estas barreras, ya que «afectan gravemente el entorno urbano y natural donde se prevén».
El escrito consiste en cuatro puntos en los que, en primer lugar, se pone en valor que la instalación de estas barreras de hasta ocho metros supondría «un importante impacto que afecta a los valores paisajísticos de las playas de Llevant y un notorio incremento del efecto barrera que hoy ya suponen las vías del ferrocarril». En este sentido, el concejal de Territori del Ayuntamiento de Tarragona, Xavier Puig, asegura que «la propuesta es «totalmente invasiva» con los valores paisajísticos de las playas de la ciudad y que su impacto, más allá de lo visual, tendrá una afectación sobre los corredores biológicos y la brisa. «En una ciudad Mediterránea como la nuestra la brisa tiene que entrar», argumenta Puig.
El segundo elemento que expone el Ayuntamiento en sus alegaciones es la ubicación de estas pantallas. Hay que tener en cuenta que las zonas afectadas son dos. Una primera desde el Amfiteatre al Fortí de Sant Jordi, mientras que el segundo tramo se instalaría en el trazado entre la playa de la Arrabassada hasta pasada La Savinosa. «Es un poco absurdo que el proyecto actúe sobre unas zonas con una densidad de población muy baja, mientras tenemos zonas mucho más pobladas como el Serrallo, el Barri del Port o Torres Jordi, que también tienen el mismo problema del ruido, y no se plantea nada», añade el edil republicano.
Puig afirma que la postura del Ayuntamiento, de acuerdo con el proyecto planteado por parte de Adif hasta el momento, es de «pantallas no». Pese a ello, hay que buscar una solución, ya que el ente gestor de infraestructuras planteó su instalación a raíz de una directriz europea sobre contaminación acústica, que obliga a actuar en los puntos en los que la vía pasa junto a zonas pobladas y se superan unos determinados decibelios. «Hay que solucionar el tema del ruido, con soluciones creativas, integradas y agradables de ver», apuntaba Puig.
La propuesta que se hace a nivel local pasa por habilitar muros verdes. «Aunque no sean tan perfectos, acústicamente hará la función de amortiguar el sonido», indica Puig. Unas soluciones sobre las que se hablará en la reunión prevista para la semana que viene con Adif y sobre las que podrá seguirse alegando cuando salga el proyecto.
Sin embargo, el Ayuntamiento lamenta que «el problema de fondo» de este proyecto es que no está solucionado el paso de las mercancías por el interior, por lo que estos convoyes siguen pasando por la costa y este tráfico se incrementará notablemente con la entrada en funcionamiento del tercer carril. Un tema sobre el que también se habló ayer, durante la reunión entre representantes de la plataforma Mercaderies per l’Interior y el subdelegado del Gobierno, Joan Sabaté. En esta, el representante estatal se comprometió en hacer gestiones delante de la Dirección General de Planificació de la Red Ferroviaria y del ministerio de Transportes para acelerar la licitación del informe técnico.
Por su parte, la plataforma le solicitó la máxima concreción posible en cuanto a los calendarios y solicitaron que el estudio no se demore «más de la cuenta». En los Presupuestos Generales del Estado, se incluía una partida de 200.000 euros para empezar a trabajar en este estudio.