Otra noche movida en la Part Alta de Tarragona, que acabó con unos 'pilars caminant' improvisados por grupos de jóvenes y con concentraciones de miles de personas en algunos puntos del casco antiguo, como la Plaça de les Cols o el Passeig de Sant Antoni.
A las doce y media de la noche terminaba uno de los últimos conciertos de las fiestas de Santa Tecla, en el Teatre Auditori del Camp de Mart. El 'ball de gralles' ponía punto final a unas intensas jornadas festivas. Pese que a esa hora ya no había ningún bar ni terraza abierta, grupos de jóvenes optaron por seguir con el botellón en algunos puntos de la ciudad.
Como la noche anterior, el Passeig de Sant Antoni fue uno de los escenarios escogidos. Esta vez, pero, la policía irrumpió al lugar con la intención de desalojar de manera pausada a los jóvenes. Los agentes acordonaron parte del recinto, permitiendo que los participantes en el macrobotellón pudieran salir, pero no acceder. De esta manera, el paseo fue quedando cada vez más vacío.
Otros grupos decidieron afincarse en las escaleras de la Catedral, en la Plaça de les Cols, donde se puso un altavoz con música.
Algunos vecinos llamaron a la Guàrdia Urbana quejándose por no poder dormir. Los ruidos y la fiesta duró hasta las seis de la mañana. Antes, grupos de jóvenes llevaron a cabo 'pilars caminant' improvisados, que simulaban los de verdad. Bajaban por la calle Major, pasaban por Baixada Misericòrdia y, solo alguno, llegaba a la Plaça de la Font.
Esta mañana, algunos vecinos denunciaban a través de las redes sociales que estas personas hacían sus necesidades en los portales y en plena calle, además de romper mobiliario urbano y contenedores. Como el día anterior, las calles de la Part Alta han quedado llenas de botellas de cristal rotas, bolsas de plásticos y otra basura.
La mayoría de participantes en esta macrofiesta no llevaba mascarilla ni respetaba la distancia de seguridad.