Ellos son Pineda, Irene, Anna, Andreu y Helena, pero son también la ‘pubilla’, el ‘hereu’, la dama, la ‘pubilleta’ y la ‘dameta’, algunos de los cargos de representación tradicional de Tarragona más agarrados a la tradición local que resisten al invasor de los nuevos tiempos.
En un acto que este domingo se celebró en el Tinglado 1 del Moll de Costa, la Associació de Pubillatge de Tarragona eligió los nuevos responsables de los títulos de representación tradicional para la temporada 2021-2022, demostrando que aunque esta cita no tenga la fuerza de tiempos pasados sigue cosechando sus adeptos y está presente en el calendario festivo tanto de Tarragona como de otras ciudades. En este caso, ayer se estrenaron en la capital del Tarragonès Anna Borges en el cargo de ‘pubilla’ y Helena Pineda como dama, mientras que Pineda y Martina —de tan sólo 11 y 12 años—se estrenaron como ‘pubilleta’ y ‘dameta’. En el cargo de ‘hereu’ —el único masculino del elenco— repetía Andreu Musté. Todos ellos se mostraban encantados de su responsabilidad, a pocos minutos de empezar el acto. ¿Qué opinan los recién elegidos como representantes de la tradición de la ciudad sobre la vigencia de este cargo que asumen desde este fin de semana?
«Quien diga que este es un cargo anacrónico o antiguo se equivoca, ya que para nosotros es un honor representar a nuestra ciudad y visitar otras localidades y conocer gente, aspectos que nunca pasan de moda», cuentan, vehementes, Anna, Helena y Andreu, mientras destacan que sí que es evidente que en Tarragona «este acto está mucho menos arraigado que en otras ciudades, en las que la tradición sí que está más presente». De sus declaraciones se desprende que les gustaría tener más participación en actos culturales y festivos.
Andreu detalla que «es un hecho que se presentan menos chicos para este tipo de responsabilidades, como pasa en otros campos como la danza, por ejemplo», mientras apunts que «una vez entras en este mundo disfrutas bastante de la experiencia». Para Andreu, al igual que el resto de sus compañeras, este cargo le supone participar como representante de la ciudad en actos como las fiestas de Sant Magí y Santa Tecla, 11 de Setembre, Els Tres Tombs o los actos de conmemoración del Setge de 1811, por ejemplo. A estas responsabilidades se les suman los actos de representación en fiestas del resto de Catalunya, donde el séquito de la ciudad es invitado en muchas ocasiones.
«A lo largo de un año habitual, es normal que se nos invite a una treintena de actos. La mayoría se concentran durante los meses de verano, lo que es una suerte, ya que los estudios son primordiales y no queremos que nada les distraiga en este aspecto», cuentan Maite Mallafré y Elisabet Castell, integrantes de la Associació de Pubillatge de Tarragona y quienes hace semanas que prepararon todos los detalles para que la ceremonia saliese perfectamente.
Su trabajo se ha visto recompensado. Ayer por la tade, los actuales representantes tradicionales de Tarragona se colocaron delante del escenario junto a sus predecesores, junto a una representación de varios de sus homólogos de otras ciudades. Todos ellos formaron un conjunto de jóvenes que no tienen miedo de mezclar trajes regionales con pantallas y qu etienen por delante la tarea de demostrar que su tarea de representación tiene más que ver con el futuro que con el pasado.