Desde ese mismo día cada día los vecinos se reúnen en protesta delante de la puerta del inmueble. Ayer incluso se llegaron a enfrentar con golpes e insultos con los okupas.
Para acabar con esta situación hoy una cincuentena de afectados han acudido al pleno del Ayuntamiento para pedir medidas y soluciones para terminar con la situación que están viviendo. Los vecinos proponen que el consistorio ofrezca vivienda social a estos jóvenes y de este modo, que abandonen la vivienda ocupada. Los afectados aseguran que estos okupas tienen antecedentes y temen que el barrio se convierta en un punto de venta de droga.
La irrupción en la sesión plenaria se ha llevado a cabo con cierta tensión entre vecinos y el propio alcalde, Pau Ricomà, que les ha asegurado que el Ayuntamiento está haciendo todo lo posible dentro del marco legal para ayudarles.