No se han hecho esperar las reacciones entre el sector sanitario del territorio tras conocer el anuncio del nuevo Hospital Joan XXIII de Tarragona. La mayoría de sindicatos exigen a la administración que la ampliación del centro hospitalario vaya acompañado de un aumento de recursos humanos. Por su parte, tanto el Hospital de Santa Tecla como el Sant Joan de Reus se muestran muy satisfechos con el anuncio de la Generalitat. Desde la Facultat de Medicina de la URV aseguran que la reforma contribuirá sustancialmente a la mejora de la formación de los estudiantes. La comunidad sanitaria del territorio está esperanzada, pero alerta de las carencias del Joan XXIII, que no se solucionarán con una nueva infraestructura.
Los máximos dirigentes del gobierno de la Generalitat visitaron el pasado viernes Tarragona con la intención de prometer un nuevo Hospital Joan XXIII para dentro de cuatro años. Acompañados de los arquitectos que han diseñado el proyecto, Vergés y Aragonès detallaron cómo sería el futuro centro hospitalario. Cabe destacar que se construirá una rambla cubierta que atravesará el complejo y dos plazas con zona verde. La consellera de Salut aseguró que sería un «hospital puntero». ¿Y qué piensan el resto de actores sanitarios del territorio?
El sindicato CGT ha sido el más crítico con la noticia. «¿Qué sentido tiene gastarse una millonada en unas instalaciones, cuando en la actualidad ya están infrautilizadas?», se pregunta Ferran Mansergas, delegado sindical de la CGT, quien asegura que «hoy en día hay ocho quirófanos, que solamente funcionan durante la mañana. Con la reforma, ampliarán hasta 18 quirófanos. ¿Para qué? Si los que tenemos no funcionan las 24 horas del día». La CGT se queja de que «nadie ha preguntado a los trabajadores cuáles son las necesidades reales», y reivindica que se aumenten los recursos humanos, paralelamente a la construcción del nuevo hospital.
En esta misma línea opina Marisa Cañón, miembro del Grup de Treball en Defensa de la Sanitat Pública, quien asegura que «lo que más nos preocupa es la asistencia de los pacientes. Si la ampliación del hospital va acompañada de nuevos servicios y de más personal, nos parece bien». Cañón se pregunta: «¿A parte de perder 34 camas, cómo afectará esta reforma a los pacientes. Esto es lo importante».
Por su parte, el sindicato de enfermería SATSE se muestra más paciente y asegura que «ahora es momento de centrarnos en las infraestructuras. Después hablaremos de la plantilla», asegura Cati Ródenas, secretaria provincial de SATSE. José Antonio Porras, delegado de Metges de Catalunya, opina que la reforma del edificio es «urgente, ya que hay una parte que se cae y no puede esperar más», y añade que «después reivindicaremos más personal».
El resto de hospitales, contentos
Para los hospitales del territorio, la reforma del Joan XXIII es una buena noticia. «Toda inversión que se haga en el ámbito de la sanidad en las comarcas de Tarragona es positiva y contribuirá a mejorar la atención a la ciudadanía», asegura Joan Maria Adserà, director general de la Xarxa Santa Tecla. En esta misma línea habla Mateu Huguet, director gerente del Hospital Sant Joan de Reus, quien siente una «profunda alegría» al conocer el anuncio, y asegura que todo cambia cuando las instalaciones son nuevas. «La arquitectura hospitalaria moderna mejora, por ejemplo, la circulación interna. También se nota en el clima de los profesionales, trabajan más cómodos», asegura Porras.