En la nueva sala de fisioterapia del Centre de Desenvolupament Infantil i Atenció Precoç (CDIAP) Santa Tecla abundan los colores y todos los elementos tienen una talla mínima: unas espalderas que no miden más de un metro, unas barras paralelas que apenas levantan del suelo... Todo está adaptado al tamaño de sus pequeños usuarios: niños de cero a seis años.
La sala está de estreno, como todo el centro, que se ha trasladado de su anterior sede en la Avenida Catalunya a una nueva, más amplia, en la Plaça Verdaguer. Han pasado de 143 m2 a 260 m2 y tienen dos salas más.
La ampliación, que ha costado 73.000 euros, servirá para atender con más amplitud y comodidad al número creciente de niños que necesitan atención especializada para hacer frente a dificultades en el neurodesarrollo y a sus familias.
Se estima que en torno al 7,5% de los niños puede sufrir alguna dificultad en su desarrollo neurológico en esta etapa temprana de la vida. Así pues, en el caso de este CDIAP, que cubre la ciudad de Tarragona sin incluir los barrios, viven 3.226 niños de entre 0 y 6 años, de los que 230 serían usuarios potenciales de este servicio.
No obstante, el número de niños atendidos en este CDIAP el año pasado fue de 264, un dato superior al de los usuarios potenciales.
De hecho, la cifra de usuarios no ha parado de aumentar desde que en 2010 la gestión del CDIAP dejara de depender directamente del Departament de Benestar Social i Familia, que es quien lo financia, para ser traspasada a la Xarxa Santa Tecla. Desde entonces la cifra se ha más que duplicado, pasando de los 102 a los 264 el año pasado.
La directora del centro, Marta Bladé, no obstante, no relaciona este aumento en el número de usuarios con un crecimiento de los trastornos, sino con el hecho de que se ha avanzado en la detección precoz en colaboración con otros profesionales como médicos y enfermeras de atención primaria, y docentes de guarderías y escuelas, entre otros.
Un servicio abierto
Aunque lo habitual es que los usuarios lleguen derivados por algún profesional, las familias también pueden acudir por iniciativa propia para pedir asesoría o diagnóstico.
En el centro se realizan tratamientos de fisioterapia, logopedia, psicomotricidad y psicología. Se realiza, además, la coordinación con las guarderías y las escuelas y los servicios médicos.
De los niños atendidos el año pasado, uno de los datos sobresalientes es que el 68% eran niños y el 32%, niñas. El dato, explicaba Bladé, no es exclusivo de nuestro territorio, sino que se trata de una tendencia general que tendría que ver con que, en general, los chicos tardan más en desarrollarse en algunas áreas que las chicas.
De los trastornos que se trataron el año pasado, los más frecuentes fueron los relacionados con el desarrollo del lenguaje, seguidos de los trastornos de la comunicación y la relación.
Aquí se atienden, además, trastornos del desarrollo motor, visual o auditivo; trastornos emocionales y altas capacidades, entre otros. Bladé explicaba que en estas edades no siempre hay un diagnóstico preciso y, así como algunos niños pueden necesitar sólo algún refuerzo puntual, otros precisan varios tipos de tratamiento.
Más luz y espacio
Marta Bladé y Joan Aregio, director general adjunto de la Xarxa Santa Tecla, destacaban que una de las ventajas del nuevo espacio es la accesibilidad y la presencia de luz natural en todas las salas.
Bladé señalaba además que, al contar con más espacio, los profesionales podían plantear de otra manera las actividades. Se trata de un detalle importante teniendo en cuenta que «aquí todos los objetivos los conseguimos mediante el juego».
El equipo del CDIAP incluye trabajadora social, psicóloga, neuropediatra, fisioterapeuta, logopeda y psicomotricista. La ampliación del espacio, no obstante, no está acompañada de un aumento en el número de profesionales.
