Otro fin de semana más, Tarragona vuelve a demostrar su solidaridad. Emoción, lágrimas y mucho entusiasmo. Ayer el Port de Tarragona acogió la segunda edición de la Lliga’t a la Vida Trail. Los minutos previos al comienzo se vivieron con mucha intensidad entre los participantes y organizadores. No obstante, estas sensaciones ya se podían percibir desde mucho antes.
Hacia las 9 de la mañana los equipos de corredores ya se preparaban para empezar el gran reto: terminar el recorrido de 100 kilómetros en menos de 24 horas. Este año, como novedad, los caminadores también han podido disfrutar de un recorrido de 50 kilómetros.
Conversaciones para preparar la estrategia del cambio de relevos, mensajes de ánimo entre familiares y mucha emoción. «Esta carrera es muy especial. Se respira buen rollo y el ánimo entre los equipos es constante. Por eso y por la causa participamos». Así definió María Viña la esencia de la Lliga’t a la Vida Trail. Ya participó en la primera edición el año pasado y, gracias a su buen recuerdo, no ha dudado en volver. «La organización es brutal. Los puntos de control están muy bien gestionados para facilitar los cambios de relevos», explicó.
Cien voluntarios y 500 corredores
Pero si por algo destaca esta iniciativa, promovida con la ayuda de la Lliga Contra el Càncer de Tarragona i Terres de l’Ebre, es por su fin solidario. Agustina Sirgo, la Presidenta de la Lliga Contra el Càncer, valoró el esfuerzo del centenar de voluntarios y los 500 corredores. «El principal valor es la solidaridad. Al ser por equipos, el individualismo queda en un segundo plano para dar paso a la ayuda entre todos los participantes», expresó.
Aparte de los equipos que repetían, el evento acogió nuevos participantes. Fue el caso de Belén. «En esta ocasión, no tiene ningún sentido competir. Es una carrera en la que tienes que ser especialmente solidario y llevarte bien con tu equipo y el resto de corredores», destacó. Su empresa aportó el dinero necesario para poder participar, pero los integrantes del equipo también lo hicieron. «Es una causa muy necesaria y todos hemos donado dinero para mejorar la calidad de vida de los enfermos y familiares».
Tal vez lo más importante del acontecimiento de ayer fue toda la recaudación que se reunió gracias a las donaciones de los participantes. Fue un par de minutos antes del inicio cuando se desveló el total: 82.879,30 euros. Mucho más que la primera edición. La sonrisa se dibujó en las caras de todos los corredores cuando vieron la cifra. Y, especialmente, la de un equipo en especial: ‘Inspira’t’. Este grupo, formado por médicos y personas que han sufrido cáncer de pulmón, fueron los protagonistas de la segunda edición. Recibieron el relevo del grupo ‘Memòria de Peix’, los escogidos del año pasado.
Fue uno de los momentos más emotivos de la mañana. Los fuegos artificiales y el confeti ocuparon el cielo. «Corremos y caminamos por los que están y los que ya no». De este modo resumió Agustina el principal mensaje del evento. Minutos después, los equipos emprendieron el largo recorrido. Un gran reto que sirve para concienciar y mejorar la vida de los que necesitan ayuda.