La segunda fase de construcción del nuevo carril bici en Pere Martell está en marcha. En este caso, la propuesta comprende un tramo de unos 700 metros, desde la Avinguda Ramón y Cajal al barrio del Serrallo, lo que generará una continuidad entre el carril bici Educacional y la infraestructura portuaria, lo que se prevé que «generará un flujo de usuarios mucho más importante», según el concejal de Territori, Xavier Puig.
El Ayuntamiento aprovechó los trabajos de pavimentación que se hicieron en esta calle para reservar un carril para los vehículos de movilidad personal de forma segregada. «Es un eje muy importante, que enlaza la Imperial Tarraco con la Part Baixa y el Serrallo», añade. Los técnicos resolvieron que el asfalto estaba muy deteriorado y que tenía que renovarse. Asimismo, se tuvo en cuenta que «era una calle muy saturada de vehículos, con tres carriles de circulación, que siempre tenía coches aparcados en doble fila, lo que nos decía que puedes prescindir de uno de estos perfectamente». Este fue el primer carril bici que se hizo con «herramientas municipales», siguiendo los parámetros que se utilizan en ciudades referentes en este sentido como Barcelona.
«Este carril debe tener una continuidad», afirma Puig. Desde los servicios técnicos municipales se está en fase de redacción del proyecto, que también incluirá el asfalto del tramo que queda pendiente. Pese a ello, en esta ocasión el Ayuntamiento de Tarragona se ha comprometido con la Associació de Veïns Verge del Carme a debatir el proyecto porque «si tenían observaciones o querían añadir mejoras pudieran hacerlo». Es una reclamación que hicieron los vecinos, ya que en este tramo hay rotondas e «implicará un cambio más significativo». Por este motivo, van a escucharse las propuestas, quejas y sugerencias para «mejorar» la intervención prevista. «Con flexibilidad y actitud humilde debemos ver cómo podemos encarar algunos de los detalles con los vecinos», argumenta el tercer teniente de alcalde.
La reunión está prevista para el próximo día 4. Además de los vecinos de la Verge del Carme también están convocadas la Associació de Veïns del Barri del Port y los de Torres Jordi. «Hay una serie de detalles que nos preocupan, por lo que se explicará el proyecto técnico y a partir de ahí debemos ver los detalles para ver como pueden mejorarse las cargas y descargas y la entrada a los parkings», argumenta Josep Maria Ferran, presidente de la Associació de Veïns Verge del Carme. Con el nuevo carril bici desaparecerá uno de los carriles destinados a los vehículos de motor. «Una parte del vecindario está a favor, la otra en contra, pero el paradigma actual nos lleva a potenciar los carriles bici y las peatonalizaciones, por lo que es importante que al menos se consulte y que cualquier obra que se haga no perjudique a nadie», certifica Ferran.
Abiertos a sugerencias
Estas entidades vecinales reivindican «la participación de la gente». «No estoy en contra del proyecto, pero lo que estamos viendo ahora mismo es una chapuza», apunta la presidenta de la Associació de Veïns del Barri del Port, Mari Carmen Puig. Considera que la solución actual «es peligrosa» tanto para los viandantes como para los vehículos de movilidad personal. «Pere Martell es una entrada muy importante de la ciudad, por lo que seguramente que pueden buscarse otras maneras», añade.
Cuando este nuevo tramo esté completo podrá irse en carril bici desde el Campus Sescelades, a la Imperial Tarraco y seguir por Pere Martell hasta el Moll de Costa y el Kilòmetre 0. Esto suma tanto los usuarios del día a día, que utilizan la bicicleta o el patinete para ir a trabajar o a la universidad, como aquellos que utilizan este transporte sostenible para hacer deporte en sus momentos de ocio y que habitualmente se mueven por el frente litoral. Asimismo, cuando se haya llevado a cabo el proyecto de ampliación del Pont del Francolí, se sumarán los usuarios procedentes de los barrios de Ponent. «Que se facilite que la gente llegue al barrio en bici nos parece bien», afirma el presidente de la Associació de Veïns del Serrallo, David Martín. Aunque la nueva infraestructura no afecta de forma directa el barrio marinero, sí que lo hará de forma indirecta, por este motivo sus vecinos siguen con interés cualquier noticia que pueda surgir al respecto.
El proyecto definitivo es el que acabará de definir los costes de la inversión que tiene que realizarse. Con todo, «la intención es hacerlo este año», apunta el responsable de Mobilitat. Las obras del primer tramo finalizaron en junio del año pasado y supusieron una inyección económica de más de 75.000 euros, incluyendo también el asfalto de la calle.