El personal de enfermería de los hospitales públicos catalanes podría haber iniciado un cambio en las preferencias a la hora de desarrollar su trabajo, a tenor de lo visto tras la reciente resolución de las plazas de las oposiciones del Institut Català de la Salut de 2019. Muchas enfermeras y enfermeros hospitalarios que han conseguido una de las 3.300 plazas adjudicadas en toda Catalunya –270 de las cuales en el Camp de Tarragona– han elegido pasarse a la atención primaria, provocando un trasvase de profesionales en ambos sentidos y el malestar de los que también han aprobado pero, por nota, no han podido continuar en la enfermería comunitaria, viéndose obligados a coger una plaza en el hospital.
De las 270 plazas de enfermería resueltas por el ICS en el Camp de Tarragona, 160 han sido para el Hospital Joan XXIII y 110 para la atención primaria (78 para el SAP Tarragona-Valls y 32 para el Reus-Altebrat). Según han confirmado al Diari algunas enfermeras que han aprobado estas oposiciones, entre 30 y 40 profesionales del Joan XXIII habrían dejado el hospital para coger una plaza en la primaria, 14 de ellas del servicio de UCI. Mientras que cerca de la treintena que estaban en la primaria, y que también habían aprobado las oposiciones, se han visto obligadas a coger una plaza hospitalaria, en contra de su voluntad.
El Diari ha recogido, manteniendo su identidad en el anonimato, el testimonio de algunos de estos casos. Como el de una enfermera que, después de 35 años como interina trabajando en un CAP, ha «aprobado las oposiciones y me he visto obligada a coger plaza de hospital. Como el mío, hay muchos casos más. Yo, por suerte, he podido quedarme en el CAP en una comisión de servicio, pero conozco a compañeras que han tenido que irse al Joan XXIII y están fatal».
Otro caso, también anónimo, explica que «después de unos años en primaria he tenido que ir al hospital porque no he podido sacar plaza para seguir en enfermería comunitaria. Somos unas 26 enfermeras en esta misma situación».
El cambio, según esta profesional, ha sido total, «pero a peor. En el hospital no me han ofrecido ninguna medida de conciliación familiar. Hay mucha diferencia entre el hospital y la primaria, tanto de conceptos como de labores. El ICS se aferra al horario, pero también es un problema de perfiles. Como las especialidades no están reconocidas, te pueden poner en cualquier servicio. Aunque llevemos años en un servicio de formación y especialización, no somos polivalentes. No servimos para todo».
Esta enfermera de primaria que ha tenido que coger una plaza hospitalaria añade que «el problema es que muchas de las enfermeras se han ido de los hospitales porque durante la pandemia se quemaron muchísimo, sobre todo en servicios como UCI o Urgencias, y ellas sí que han tenido la oportunidad de cambiar a la primaria. Se van porque se sienten maltratadas, pero el ICS, en vez de arreglar el problema, pone a otras a las que también maltratan».
El problema de fondo
¿Pero es este el verdadero problema de fondo que ha provocado que muchas enfermeras hospitalarias hayan preferido irse a la Primaria? Esta redacción ha podido hablar con una profesional que ha elegido esta opción y ha sido muy clara al respecto. «Las bases de las oposiciones te permitían poder cambiar del hospital a la primaria. Muchas enfermeras del Joan XXIII (entre 35 y 40) nos hemos ido a la primaria. ¿Los motivos? El maltrato al personal es continuo y la gestión, pésima», explica esta enfermera, quien añade que «estaba muy cansada por los horarios. A verme (una vez al mes) obligada a enganchar 8 días seguidos de trabajo. Después, si necesitaba un día personal, me obligaban a pedírmelo con un mes y medio de antelación y muchas veces ni me lo daban».
También habla de las «cargas de trabajo, con entre 12 y 14 pacientes por enfermera. Además, la conciliación familiar era muy complicada. En definitiva, en la Primaria me cuidan mucho mientras que en el hospital me maltrataban laboralmente».
Desde los sindicatos tienen claro que este ha sido el motivo principal por el que «el personal de enfermería de los hospitales se ha ido en estampida a la primaria. Enfermeras muy formadas estaban muy quemadas por turnos, conciliación familiar, la presión con la que trabajan. No se sienten valoradas ni queridas, a pesar de que son grandes profesionales muy formadas», comenta Josep Tutusaus, secretario general de USITAC.
El Consell d’Infermeres i Infermers de Catalunya (CCIIC) y la Associació d’Infermeria Familiar i Comunitària de Catalunya (AIFICC) también han criticado el proceso de adjudicación de las plazas de enfermería y piden al ICS que solucione «el agravio a las enfermeras que aprobaron la oposición de 2019 y la disrupción asistencial que ha generado la distribución de plazas».
En un comunicado conjunto, estas dos entidades aseguran que «ha existido una falta de definición en el proceso que ha producido situaciones como el desconocimiento de las plazas concretas a las cuales optaban las enfermeras y una escasa concreción y claridad de las bases». Además, afirman que «la oferta conjunta de plazas sin especificar su naturaleza ha hecho que muchas enfermeras hayan tenido que cambiar de ámbito de trabajo. Esto provocará una pérdida inmediata de experiencia y calidad del cuidado y repunte de estrés laboral», entre otras consecuencias. Por eso, el CCIIC y la AIFICC piden que se abra una mesa de diálogo «para establecer un proceso de estabilización definitiva de las enfermeras que aprobaron la oposición antes que se incorporen profesionales de convocatorias posteriores».
Proceso abierto
Desde el Institut Català de la Salut defienden el proceso de convocatoria y resolución de las plazas de estas oposiciones. Fuentes del ICS han explicado al Diari que «3.300 enfermeras de toda Catalunya han consolidado plaza tras la resolución de las oposiciones. Aproximadamente unas 250 han pedido comisión de servicios en los últimos días y el 70% ya se ha resuelto favorablemente. El proceso todavía no está cerrado y el ICS trabaja para consolidar a las profesionales en aquellos lugares donde puedan desarrollar su máxima experiencia».
Estas mismas fuentes añaden que «para las plazas ofertadas en el concurso oposición se tuvo en cuenta las personas que habían aprobado para consolidar al máximo sus puestos de trabajo. Y la elección de estas plazas se llevará a cabo por estricto orden de puntuación. Las direcciones de personas de los territorios están revisando las comisiones de servicio solicitadas con el objetivo de mantener al máximo la idoneidad de los puestos de trabajo, teniendo en cuenta la experiencia de las personas que las desempeñan, las funciones que desarrollan, entre otros aspectos y, al mismo tiempo, garantizar la cobertura de los servicios».