La Tarragona del futuro POUM será con bloques de viviendas más altos

Los estudios de viabilidad económica son clave para definir la densidad de los nuevos sectores de crecimiento

08 abril 2025 19:51 | Actualizado a 09 abril 2025 07:00
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«Los edificios de planta baja más tres o de planta baja más cinco que tenemos ahora se han acabado». Así lo avanza el concejal de Urbanisme del Ayuntamiento de Tarragona, Nacho García Latorre, quien asegura que el nuevo Pla d’Ordenació Urbanística Municipal (POUM) que se está redactando supondrá un cambio de paradigma, en el que edificios como las Torres Roma no serán una anomalía en la Tarragona del futuro.

Los estudios de viabilidad económica, que ahora están en fase de redacción, son los que acabarán de definir la densidad de los diferentes sectores de crecimiento para garantizar su viabilidad económica. Pese a ello, la propuesta que hizo el Ayuntamiento de Tarragona en el avance del POUM ya apuntaban en esta dirección y ahora, cuando empieza a conocerse el contenido de estos estudios, se confirma una tendencia que deja atrás las urbanizaciones con viviendas unifamiliares o las casas pareadas. «Estas se han acabado, las unifamiliares no existen», explica el cuarto teniente de alcalde.

Este cambio de modelo no es exclusivo de Tarragona y las nuevas figuras de planeamiento que se están aprobando en la mayoría de los municipios van en la misma dirección. Así lo confirma desde la Associació de Promotors i Constructors de Catalunya (APCE) Daniel Roig, quien explica que los sectores de baja densidad «ahora tan solo se reservan para zonas muy especiales».

«Construir es muy caro. Si coges una superficie de suelo, entre la zona no edificada, las calles y los parques, que cada vez son más grandes, vas reduciendo el espacio, por lo que tienes que hacer muchos pisos en la parte que queda porque sino los números no salen», dice Roig.

Tanto los promotores como el sector de la construcción hace tiempo que vienen denunciando que «construir es muy caro» y que hay que hacer muchos números antes de desarrollar un nuevo sector de crecimiento. Asimismo, si nos fijamos en los nuevos barrios que quieren desarrollarse con el futuro POUM, vemos como a menudo las nuevas promociones van asociadas a cargas urbanísticas que todavía lo encarecen más.

La compañía de hidrocarburos CLH –ahora Exolum– pide la suma de cincuenta millones de euros para abandonar los terrenos junto al Francolí y que la ciudad pueda crecer en este ámbito, generando una nueva rótula entre el centro y Ponent. El Ayuntamiento de Tarragona está negociando rebajar las expectativas económicas de la compañía. Pese a ello, las viviendas que se construirán en la zona deberán sufragar la suma para que pueda crecerse en esta parte de la ciudad.

«Si miramos las Torres Roma o las Torres Catalunya, al otro lado del río deberá haber una réplica de estos edificios, pero no será exclusivo de esta zona, sino que todos los polígonos de actuación que hay tanto en La Móra como en Ponent o la Vall del Llorito tendrán unas densidades más elevadas», explica García Latorre.

Las Torres Roma transformaron el skyline de este extremo de la ciudad cuando llegaron con su planta baja más diecisiete alturas. Sin embargo, todos los edificios que se han construido en los últimos años en esta parte de la ciudad han seguido la misma senda.

Dentro de los aspectos económicos también hay que tener en cuenta que, según la Llei de l’Habitatge de Catalunya, la vivienda social debe tener un peso del 50% en los nuevos sectores de crecimiento, en municipios con un mercado del alquiler tenso, como es el caso de Tarragona. Esta suma más presión sobre un urbanismo que también busca avanzar hacia un modelo más sostenible.

Y es que, más allá de la justificación económica, también está el aspecto medioambiental. «Cuando concentras la población es más eficiente y sostenible porque optimizas tanto el territorio como los servicios», argumenta Daniel Roig.

La recogida de la basura y el transporte público son dos claros ejemplos. «Cuando concentras a la población, los servicios también quedan más próximos y es más fácil que estos sean mejores y más eficientes. Por esto vamos en esta dirección», argumenta el responsable municipal de urbanismo.

Desde la APCE, Roig es contundente: «La única forma de bajar costes y generar ciudad es construyendo viviendas en altura, ya que pretender crecer con bloques bajos y unas densidades bajas ya no es asumible desde hace años».

El único sector de crecimiento que se ha desarrollado en la ciudad en la última década es el Pla Parcial 10, entre Bonavista y Campclar. Más allá, se han ido llenando los solares de la zona del Francolí y la Vall de l’Arrabassada.

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