El pasado martes finalizó el contrato que el Ayuntamiento de Tarragona había firmado en 2020 con la empresa Grúas David para, entre otras cuestiones, la retirada de los vehículos de la vía pública y del depósito municipal, tal como ayer apuntó el Diari.
Fuentes municipales indicaron que «se está trabajando para que la licitación del nuevo contrato sea lo antes posible». Sin embargo, la previsión con la que trabaja el Consistorio es que el proceso de licitación no estará terminado antes de nueve meses, o sea, en el último trimestre del año.
Mientras tanto no llega la nueva empresa gestora, la Guàrdia Urbana se está encargando de gestionar el servicio de forma provisional y precaria. Por un lado, antes de retirar un vehículo se intenta hacer todo lo posible para poder localizar al conductor y evitar que se tenga que llamar a la grúa. Porque, si es así, el Consistorio tiene que abonar 150 euros a la empresa, un precio muy superior al que cobra el Ayuntamiento al infractor por este concepto, que es de 113,84 euros.
Depósito provisional
Por otra parte, el vehículo retirado ya no se lleva al depósito municipal situado en el paseo Torroja sino a la calle Ramon Nogués i Biset, delante de la comisaría de la Guàrdia Urbana y que no tiene salida. Y a esta calle se trasladan los vehículos que obstaculizan, dificultan gravemente o suponen un peligro para la circulación. Aquí se incluyen aquellos que están aparcados o estacionados delante de los vados o en aquellos espacios que hayan sido señalizados por la propia Guàrdia Urbana por ocupaciones provisionales, como en caso de obras o por ejemplo mañana en el recorrido de la cabalgata de los Reyes Magos de Oriente. En estos casos, los carteles de prohibición de aparcar se colocarán con más días de antelación para que no se tenga que recurrir al uso de la grúa.
Los agentes también podrán inmovilizar en la vía pública los turismos y motocicletas con un cepo, para bloquear el volante. Pero solo en aquellos casos en que el vehículo no constituya un peligro para la seguridad viaria. A partir de ahora, y mientras no esté el nuevo contrato en vigor, ya no se inmovilizarán los vehículos que no tengan en vigor el seguro obligatorio, como se venía haciendo hasta ahora.
Críticas desde ERC
El grupo municipal de ERC no ha tardado en criticar duramente la situación que se está viviendo. «Haberse descuidado de uno de los servicios municipales básicos, como es la grúa, es la última muestra de incompetencia del gobierno socialista», apuntaba el portavoz adjunto, Xavi Puig. Según los republicanos, Viñuales «no ha previsto con antelación suficiente la necesidad de renovar el contrato y ahora ha tenido que destinar efectivos de la Guàrdia Urbana, que han tenido que dejar de lado su labor para gestionar el depósito de vehículos». Además, el servicio de grúa debe hacerlo una empresa externa de forma provisional y «es más caro que cada una de las sanciones a los coches mal aparcados. Estamos perdiendo dinero», explicaba Puig.
Esquerra insta al alcalde a dar explicaciones y exige una solución inmediata para poner en marcha el servicio ordinario de grúa municipal y garantizar su funcionamiento de forma continuada. «¿Por qué no está prevista la continuidad de este servicio? ¿Qué criterio se ha seguido para contratar a la empresa provisional por vía de urgencia? ¿En qué punto se encuentra la nueva licitación y cuándo está previsto que entre en vigor el nuevo contrato?», se pregunta Puig.
