Los examinadores de tráfico han convocado para este viernes la primera jornada de huelga de una serie de parones que se prolongarán durante el verano y que harán muy complicado obtener el carné de conducir. Será el preámbulo de una movilización que se presagia mucho más agresiva. La huelga continuará a partir del 19 de junio, con parones todos los lunes, martes y miércoles hasta el 31 de julio. Los examinadores reivindican un complemento específico salarial que se acordó entre la Dirección General de Tráfico (DGT) y los sindicatos hace diez años.
El impacto se notará en la provincia. El seguimiento de la huelga rondará el 90%, lo que hará que buena parte de los más de 140 alumnos que deberían examinarse del práctico en Reus (el lugar de la prueba va rotando semanalmente entre la capital del Baix Camp, Tortosa y Tarragona) se queden sin poder hacerlo.
«Creemos que nos afectará y que no se podrán hacer muchos exámenes, pero estamos a la expectativa para ver cuántos examinadores acaban viniendo», explicar Carles Oliver, presidente de las autoescuelas en la provincia de Tarragona.
Una manifestación en Madrid servirá este viernes para reclamar el complemento y para visibilizar el parón. A partir de ahí, se impondrá una negociación para que la huelga no se prolongue. «El compromiso es trabajar hasta el final para impedir que no se hagan esas huelgas. Sabemos que la repercusión puede ser enorme, pero nosotros tenemos que solucionar este problema que llevamos mucho tiempo arrastrando», cuenta Gustavo Palma, responsable en la provincia y delegado autonómico en Catalunya de la Asociación de Examinadores de Tráfico (Asextra).
UGT también se ha añadido a la convocatoria del viernes, y de un total de 20 jornadas de parón entre junio y julio. Según informó este jueves en un comunicado, en Catalunya hay 112 examinadores que realizan 13 exámenes al día, y según sus cálculos, cada día de huelga se anularán 1.456 pruebas, con lo que, tras 20 días, la cifra de anulaciones alcanzará las 29.120. Aseguran que en este tiempo el colectivo ha demostrado sobradamente su buena voluntad, pero que ahora, cuando «las arcas de la DGT están llenas», los examinadores han decidido decir basta a lo que a sus ojos es una injusticia.
En las últimas semanas las autoescuelas tarraconenses han mostrado una gran preocupación por el parón convocado. La situación se añade a una falta de examinadores que hace que los alumnos sólo puedan ir a examen cada mes y medio, y no semanalmente, como sería lo normal. De concretarse el parón, justo en la época de más negocio para las autoescuelas, los retrasos se acumularían y el caos iría en aumento. Las consecuencias de no celebrar prácticamente pruebas prácticas durante el verano serían dramáticas para las autoescuelas y para los propios alumnos, que verían prolongarse su demora para poder ir a examen.