Un total de 436 personas han tomado parte en el proceso participativo del POUM, el cual cierra con un total de 4.250 aportaciones de las cuales unas 2.200 son propuestas que ahora se estudiará si pueden incorporarse en el texto definitivo. Son algunas de las cifras que aporta el balance de resultados preliminar, del que se extrae que el aspecto que se ha valorado más positivamente por parte de la ciudadanía es la propuesta de ampliación de la Anella Verda que hace el avance del plan general.
El proceso se ha centrado en cinco ejes que hacen referencia a los valores y retos, la ciudad capital de territorio, la cohesión, la transición verde y una ciudad socialmente equilibrada. Sin embargo, uno de los aspectos de interés es el que hace referencia a los nuevos sectores de crecimiento, especialmente en el ámbito de Llevant, teniendo en cuenta que este es uno de los elementos que genera más divergencias a nivel político.
Al respecto, se asegura que la ampliación del pulmón verde que rodea la ciudad «es el tema que más valoraciones positivas ha tenido durante el proceso», siendo para el 86% de los participantes una acción necesaria o muy necesaria. Y, en este sentido, las aportaciones de la ciudadanía no tan solo hacen referencia a incrementar su superficie con nuevos sectores, sino también ampliando su «nivel de protección por tal de asegurarse de que no se cambie el uso del suelo».
Los tarraconenses opinan de forma «mayoritaria» que los nuevos crecimientos deben ser «moderados» y que hay que «reducir» las áreas, «centrándose en la rehabilitación» y «aprovechamiento de los edificios vacíos». Y, aunque en esta fase preliminar no se habla explícitamente sobre por donde debe crecer la ciudad, del proceso particivativo se extrae que debe valorarse otras zonas de la ciudad como Llevant y los sectores que cohesionen Sant Pere i Sant Pau, mientras se valora «positivamente» la nueva centralidad de la Horta Gran, de acuerdo a la necesidad de «fomentar la cohesión» entre el centro y los barrios.
Sobre la Horta Gran también se habla largo y tenido, teniendo en cuenta que este fue uno de los espacios que centró una de las tres rutas exploratorias. Al respecto, Andrés Martínez de la Riva, responsable de la empresa Raons encargada del proceso, apuntaba que se han detectado «ciertas contradicciones». Y, aunque «ha tenido más valoraciones positivas que negativas», desde los colectivos ecologistas se ha solicitado el hecho de mantener este espacio libre de construcciones. «Son debates complejos sobre los cuales deberemos seguir hablando», decía el concejal de Territori, Xavier Puig.
La Horta Gran también un ámbito sobre el que se plantea la construcción de la futura estación ferroviaria y, en este sentido, la propuesta se valora «positivamente», aunque no de forma unánime ya que también hay gente que apuesta por la opción de la Imperial Tarraco.
En materia ferroviaria, de este proceso participativo se extraen tres observaciones más. La primera, la propuesta del by-pass nord –junto al Francolí– para acercar el alta velocidad al centro es valorada más favorablemente que la opción este. En segundo lugar, la necesidad del desvío de las mercancías por el interior es «unánime» por parte de los tarraconenses, mientras que el proyecto para la implantación del tranvía también se valora «muy positivamente». De hecho, después de la ampliación de la Anella Verda este es el segundo ítem con una mejor puntuación.
Los espacios verdes, junto con la movilidad, son otros de los elementos que centraron el grueso de este proceso participativo. Al respecto, se apunta a la necesidad de fomentar los aparcamientos disuasorios y de mejorar el transporte público, tanto en lo que se refiere al servicio de autobús como a sus frecuencias.
Finalmente, la prevención de inundaciones, la regresión de las playas y el fomento del comercio de proximidad son otros de los elementos que deberán tenerse en cuenta cuando se redacte el plan definitivo.
El alcalde de Tarragona, Pau Ricomà, destacó que «la cohesión y la sostenibilidad serán los valores de este nuevo POUM», que por primera vez se está haciendo después de dar voz al conjunto de la ciudadanía. «Es un plan que hacemos de la mano de la gente y de los vecinos, con un trabajo transparente, compartido y buscando elementos que interesen a la población».
Según el calendario, ahora tienen que incorporarse los elementos de este proceso participativo en el avance del futuro plan, lo que debe permitir que en otoño pueda procederse a la aprobación inicial del documento. «Es un calendario muy estricto que estamos cumpliendo y esto tiene mucho valor», afirmaba el concejal de Territori.
Puig defendió que este proceso de «empoderamiento» de la ciudadanía, debe servir de cara a las elecciones del 28 de mayo para que la ciudadanía se pronuncie sobre el modelo de ciudad.